Cambio de horario: Científicos aseguran que el horario de invierno es mejor que el de verano

Este domingo 6 de noviembre, en Estados Unidos, se realizará oficialmente el cambio de horario, por lo que culminará el horario de verano para así darle paso al horario de invierno, algo que a muchos les desagrada porque ahora los días serán más cortos.

Justamente este es el argumento principal del por qué muchos prefieren el horario de verano sobre el del invierno, ya que al amanecer más temprano pareciera que descansamos menos y sobre todo, porque nos vemos obligados a volver a casa antes y dejar a un lado las actividades que solemos hacer al aire libre, en muchas ocasiones por seguridad y porque no tenemos el mismo ánimo para realizarlas.

Sin embargo, la ciencia indica que el horario de invierno es mejor que el de verano por un par de razones.

La primera de ella, según explicó María Ángeles Rol de Lama, catedrática de Fisiología en la Universidad de Murcia y directora del Laboratorio de Cronobiología, para esta ciencia, el horario de invierno resulta ser más beneficioso para el se humano ya que este va acorde a los ciclos de luz y oscuridad.

“Bajo un punto de vista estrictamente cronológico, el horario de invierno es más conveniente. Recibimos más luz durante el horario escolar y laboral, que beneficia a la concentración, y hay más oscuridad por la noche, lo que nos ayuda a conciliar el sueño”, indica el fisiólogo Emilio J. Sánchez Barceló.

Además, también se ha comprobado que al aumentar la luz y el ocio, también lo hacen conductas nocivas como el consumo de alcohol o de tabaco.

De igual manera, al retrasar una hora el reloj este fin de semana nos dará una hora más para dormir, lo cual nos da un efecto beneficioso para ese día y los subsecuentes, trayendo una serie de beneficios a nivel físico y mental, ya que promueve un ritmo biológico más estable que el de verano, lo que mejora el rendimiento intelectual, en el trabajo y en clase, y ayuda a disminuir la aparición de enfermedades cardiovasculares, la obesidad, el insomnio y la depresión.

Respecto al por qué las personas prefieren el horario de verano al del invierno se debe, probablemente, a la terminología, ya que muchos, al primero, lo asocian con descanso e incluso, vacaciones y buen tiempo. También porque es normal que tras la jornada laboral, se desee tener luz solar para seguir haciendo cosas, mismas que pueden realizarse aunque no la haya.

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