Partido Republicano fue incapaz de sustituir a Nancy Pelosi pese a contar con la mayoría de la Cámara

El líder de la bancada republicana, el californiano Kevin McCarthy, trató de hacerse con el cargo en tres ocasiones, pero en todas ellas fracasó por una rebelión del ala dura de su propio partido.

Partido Republicano Cámara de Representantes

La ruptura ya se veía venir incluso antes de la apertura de la legislatura. Crédito: Chip Somodevilla | Getty Images

Las divisiones internas dentro del Partido Republicano presentadas el martes impidieron la elección del sucesor de Nancy Pelosi como presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos pese a contar con la mayoría parlamentaria suficiente para hacerlo.

Por primera vez en un siglo, la Cámara fue incapaz de nombrar a su nuevo líder en una sola votación. El líder de la bancada republicana, el californiano Kevin McCarthy, trató de hacerse con el cargo en tres ocasiones, pero en todas ellas fracasó por una rebelión del ala dura de su propio partido.

Tras horas de debates, los congresistas acordaron aplazar hasta el miércoles la votación para elegir al que liderará la cámara en la 118 legislatura, que no puede avanzar hasta que se asuma el puesto vacante.

Partido Republicano dividido

El origen de esta situación de bloqueo se puede encontrar en las elecciones intermedias del pasado 8 de noviembre en las que se renovó el Congreso.

Aunque los republicanos arrebataron a los demócratas la mayoría de la Cámara de Representantes y podrán complicarle las cosas al presidente Joe Biden en sus últimos dos años de mandato, la victoria conservadora fue ajustada y lejos de la “ola roja” que habían vaticinado muchos medios.

Además, los demócratas no solo consiguieron retener la mayoría en el Senado, sino que ampliaron su control con un nuevo escaño.

Los republicanos más moderados culpan de este insuficiente desempeño electoral al papel protagónico que conserva en el partido el expresidente Donald Trump, que respaldó a varios candidatos extremistas que terminaron perdiendo los comicios.

Mientras, el ala dura responsabiliza a la campaña diseñada por McCarthy, quien lidera el partido en la Cámara desde 2014.

Intentos fallidos

Tras casi una década deseando el cargo, McCarthy vio este martes como se le escapaba -al menos de momento- la posibilidad de convertirse en la tercera autoridad del país, después del presidente, Joe Biden, y de la vicepresidenta, Kamala Harris, quien preside el Senado.

En ninguna de las tres votaciones consiguió los 218 votos que necesitaba. Se quedó con 203 en las dos primeras y 202 en la última.

Y es que en un clara señal contra su líder, un pequeño grupo del ala más derechista del partido, agrupado en el Freedom Caucus, postuló a candidatos alternativos.

Primero fue Andy Biggs, de Arizona, que obtuvo 10 votos. Después Jim Jordan, de Ohio, que tuvo 19 apoyos en la segunda votación y 20 en la tercera, a pesar de que él mismo había llamado a votar por McCarthy.

El Partido Demócrata, sin embargo, cerró filas con su candidato, el congresista Hakeem Jeffries, de Nueva York, que las tres veces concentró los 212 apoyos de su formación política, insuficientes también para presidir la cámara.

La legisladora Elise Shefank intentó sin éxito convencer a los republicanos díscolos presentando a McCarthy como “profundamente conservador” y “orgulloso” de estar en contra del aborto y a favor del derecho a las armas.

En una clara burla a los republicanos, el congresista demócrata Pete Aguilar exclamó en su intervención: “Los demócratas de la Cámara sí estamos unidos”.

Sin una pronta solución

La ruptura ya se veía venir incluso antes de la apertura de la legislatura. Tras una reunión con sus compañeros, McCarthy compareció ante los medios de comunicación para anunciar que no tenía los votos suficientes y que habría una “batalla en el hemiciclo”.

El californiano arremetió contra los compañeros que piensan más en “cargos para ellos mismos que en el país”, pero advirtió de que no se iría a “ninguna parte” y que daría la batalla hasta el final.

Los congresistas ultraconservadores reprochan a McCarthy no haber negociado con ellos una reforma del reglamento de los debates ni los nombres para liderar los comités del Congreso en la nueva legislatura.

Algunos de ellos declararon ante la prensa para confirmar que no iban a apoyar a McCarthy y reprochar que el candidato a presidir la Cámara pretendiera su “sumisión” sin condiciones, en palabras del representante por Florida Matt Gaetz.

Ambos bandos emprendieron una batalla de desgaste en la que ninguno cedió, por lo que acordaron retomar la sesión este miércoles al mediodía.

El reglamento no contempla otra alternativa a que se sigan repitiendo votaciones hasta que alguien logre la mayoría necesaria para reemplazar el hueco que deja hasta ahora la omnipresente Nancy Pelosi, en el cargo durante dos períodos (2007-2011 y 2019-2023).

Los precedentes no son muy esperanzadores. En 1923, el presidente de la Cámara fue elegido en una novena votación, mientras que en 1869 se logró tras 60 votaciones, un proceso que se alargó durante dos meses.

Con información de EFE

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