Shakira y Piqué: ¿Todos somos terapeutas?
Cuando nos metemos con los niños y su salud mental, por ley eso es abuso, y estamos obligados a contribuir a pararlo y denunciarlo.
Las redes son una maravilla… y una desgracia. Con el último escándalo de Shakira, me he preocupado. También cuando leo las “opiniones” de cantidad de “terapeutas” hablando sandeces de lo que no saben. Y, en vez de ayudar, fomentan la confusión y el crecimiento de analfabetos emocionales que ocupan el planeta Tierra.
Decir lo que usted piensa es respetable, aunque sea un disparate. Afirmar cosas de campos que no conoce y que son ciencia, es fomentar la ignorancia, que ya es mucha en el mundo.
Quiero aclarar que soy fan furibunda de Shakira, y que la apoyé, hasta hace poco, en casi todo lo que ha expresado. Cuando admiras a una persona famosa, talentosa y que llega a millones de personas, adquieres el deber de decirle, como profesional de la conducta y terapeuta familiar, si va por mal camino. No solo por ella, también por sus hijos menores.
Sobre todo, cuando leo tantas estupideces e ignorancia de hasta profesionales de la conducta. Basta ya. Cuando nos metemos con los niños y su salud mental, por ley eso es abuso, y estamos obligados a contribuir a pararlo y denunciarlo.
Me explico:
No estoy a favor de Piqué, y creo que se debe revisar. Además de pensar en sus hijos, cuando hace y dice disparates públicamente. Él es el mayor responsable de todo esto. Aunque lo defendí cuando Shakira quiso meterse en lo que él hace en el “tiempo que comparte con ellos”. Eso es sagrado.
En un divorcio o separación, sobre todo cuando se hace por infidelidad y existe una tercera persona en el medio, la madre o el padre no se mete en lo que hace el otro padre cuando está en “su tiempo” con sus hijos. Esos días, horas, etcétera, son muy importantes para la salud mental de ellos.
Usted nunca sabe si de esa unión sus hijos tendrán nuevos hermanos, con los que “deben” llevarse bien. Algo difícil si los meten en los problemas de los adultos. Tampoco sabe si usted muere o se enferma. De ser así, es con esa “rival” que vivirán sus hijos. Repito por Dios, los hijos no se meten en los pleitos de los adultos. Si lo hacen, sufrirán, pero quien sufrirá más son los padres al ver cómo ellos repiten todo sus disparates.
Sé lo que se siente en un divorcio, y más cuando hay hijos en el medio. Yo lo viví en carne propia. Fue como el de Shakira, claro, en menor dimensión, con toda la prensa del país opinando. Lo más importante es no meter a los niños en el medio.
Hay que llevarse bien con los abuelos, porque son determinantes para la salud mental de sus nietos. Me preocupa la separación física con vallas que ha construido Shakira entre su casa y la de los abuelos. Aunque no lo digan, los niños sufren.
Recuerden, la familia es una unidad emocional.