Concejo Municipal aprueba plan permanente de ‘Restaurantes Abiertos’, aunque con muchos cambios
Las extensiones de sillas y mesas ubicadas en las aceras podrán operar todo el año. Pero con las "cabinas" instaladas en calles y avenidas, vienen muchas restricciones y regulaciones
El Concejo Municipal pasó este jueves una ley que convierte en permanente, pero mucho más regulado y supervisado, el programa de ‘Restaurantes Abiertos’ en la Gran Manzana, el cual permitió en los últimos tres años a estos establecimientos ofrecer comidas al aire libre, ocupando espacios, tanto en las aceras, como en las calles. Una iniciativa que surgió durante la pandemia, para garantizar el distanciamiento social y como un “salvavidas” para estos negocios agobiados por las restricciones de salud pública.
Ahora, en un esfuerzo por controlar un plan, que muchos siguen señalando como caótico, la propuesta legislativa patrocinado por la concejal de El Bronx, Marjorie Velázquez, establece una serie de reglas para que estos permisos sean más simplificados y accesibles en los cinco condados.
Según el proyecto de ley aprobado en la plenaria de la cámara, los restaurantes podrían continuar ofreciendo comidas al aire libre en las calles y avenidas bajo un nuevo sistema de licencias. Pero esas estructuras tendrían que ser removidas durante el invierno y reconstruidas en la primavera, un requisito que de acuerdo a algunos empresarios gastronómicos, sería una carga anual muy costosa.
La idea de fondo, aunque todavía debe ser detalladamente reglamentada, busca retirar todos los cobertizos abandonados y evitar la existencia de estructuras poco estéticas en las calles de la ciudad de Nueva York.
El Departamento de Transporte (DOT) establecería pautas básicas de diseño, que aún no se han determinado. Los restaurantes podrían ofrecer platillos al aire libre, desde las 10 de la mañana hasta la medianoche.
Además, los cobertizos o “cabinas” o cualquier estructura que no cumpla con las reglas establecidas por el DOT, deben ser desmantelados a más tardar 30 días, después de la determinación de la orden de esta agencia de otorgar o denegar un consentimiento revocable, para operar un restaurante en la acera o en la calle, antes del 1 de noviembre de 2024.
Otras tarifas: Más caro en Manhattan
La propuesta requiere que los restaurantes obtengan una licencia de la Ciudad, para participar en el plan de comidas al aire libre, con tarifas basadas en la ubicación y la superficie cuadrada. Los costos serán mayores para los propietarios de espacios comerciales en Manhattan, al sur de la calle 125.
Según la propuesta, las extensiones de sillas y mesas, ubicadas justo en las aceras adyacentes a los restaurantes, podrían operar todo el año, con tarifas más bajas que las licencias similares antes de la pandemia.
Los restaurantes que tenían cobertizos cerrados antes de la pandemia, aprobados por el Departamento de Edificios (DOB) podrán mantenerlos. Pero todos los demás deberán cerrarse en los plazos que determinarán las normas derivadas de la legislación.
Se requerirá que tanto los servicios en las aceras, como en las calles, usen materiales removibles, y no se aprobarán más configuraciones cerradas en el futuro.
Muchas críticas y dudas
Habrá procesos de permisos separados para restaurantes en las aceras y establecimientos en las calles, pero todos serán supervisados por el DOT.
“Durante la pandemia aprendimos mucho sobre este plan. Por la naturaleza del mismo, por los costos operativos, por la gran inversión que requería, muchos emprendedores de vecindarios como El Bronx, no pudieron beneficiarse de este plan. Solo los grandes restaurantes en Manhattan”, comentó Velásquez.
Antes de la pandemia, los cafés en las aceras, solo se permitían en Manhattan debido a la zonificación, pero ahora, en otros condados podrán ser autorizados.
La concejal niega que se trata de un programa que se revertirá en más caos para la ciudad, por el contrario, lo describe como una vía para abrir más oportunidades a los pequeños restaurantes, pero basados en más orden visual y controles de seguridad.
En el nuevo esquema se agilizaría el proceso de concesión de licencias y se les ofrecerá a los restaurantes tiempo para hacer la transición desde programa de comidas al aire libre de “emergencia”, creado en respuesta a la pandemia de COVID-19.
Los propietarios de restaurantes tendrían un período de incorporación que se extendería hasta noviembre de 2024.
La concejal Marjorie Velásquez, en conversación con El Diario, subrayó que aunque existen todavía muchas críticas y dudas, si el Concejo Municipal no aprobaba este proyecto de ley en este verano, todas las opciones de comida al aire libre corrían el riesgo de eliminarse por completo.
“Para los restaurantes, el proceso de concesión de licencias será más rápido. Tendrá menos trámites burocráticos y costará menos preparar una solicitud, si lo comparamos con antes de la pandemia. Las tarifas anuales que los restaurantes pagan a la Ciudad, serán considerablemente menores. Un cambio importante, ya que solía ser prohibitivo para muchas pequeñas empresas participar”, destacó la legisladora local.
Entre dulce y amargo
Por su parte, Andrew Rigie, director ejecutivo de New York City Hospitality Alliance dijo a medios locales que la mayoría de los dueños de restaurantes “apoyan firmemente la legislación”.
“Necesitamos hacer la transición de la emergencia, a este programa sostenible por muchos años. Debemos entender que las nuevas normas son mucho mejor de lo que teníamos. Trae ventajas para las pequeñas empresas, para los puestos de trabajo, para las personas que les gusta comer al aire libre”, expresó Rigie.
Desde ya, muchos propietarios de restaurantes, aunque no han recibido en detalle las normativas específicas, que se derivan de la nueva legislación, han expresado que de antemano resulta “muy costoso” tener que retirar y almacenar las estructuras de comedor al aire libre, desde el 30 de noviembre hasta el 31 de marzo.
“Como siempre pasa, los peces gordos se terminarán comiendo a los más pequeños. Tu no tienes idea del sacrificio que implica invertir en esas estructuras, para entonces tenerla que armar y desarmar todos los años. Pero bueno, es mejor que nada. Además, nos están limitando la temporada navideña y de Año Nuevo, que suele ser muy alta, especialmente para nosotros los hispanos”, explicó el propietario de un restaurante en la Avenida 30, de Astoria, en Queens, quien prefirió no reservar su identidad.
Al programa de ‘Restaurantes Abiertos’, ideado por la Administración del ex alcalde Bill De Blasio, se le atribuye la recuperación de por lo menos 100,000 empleos en restaurantes y la posibilidad de que los neoyorquinos y los visitantes sociabilizaran de manera segura, cuando se prohibía la alta densidad de personas en espacios interiores por la crisis de COVID-19.
Pero en paralelo, el plan ha tenido que enfrentar quejas, demandas judiciales por conductores que se quejan de lugares de estacionamiento perdidos, defensores del espacio público que lamentan las aceras estén en beneficio de las empresas privadas. Y, además, las recurrentes denuncias de algunos vecindarios por los ruidos y desorden en los alrededores de las entradas de algunas casas y edificios.
De hecho, en marzo de 2022 un juez de la Corte Suprema de Nueva York pidiera a la Ciudad meterle lupa al programa, tras una demanda de 22 residentes que se quejaron del enorme impacto de esta iniciativa, tal como estaba concebida, tenía en la calidad de vida de los neoyorquinos.
Un total de 35 demandantes de Manhattan, Brooklyn, Queens y el Bronx, presentaron acciones en los tribunales para acabar la iniciativa, quejándose mayormente de exceso de ruido y tráfico, debido a la serie de “cabinas” que ocupan calles en la Gran Manzana.
Alcalde celebra la nueva ley
Asimismo, el alcalde Eric Adams quien fue también impulsor de esta legislación, celebró que se aprobara este anteproyecto codificado como la Intro 31-C, bajo el argumento que bajo el programa temporal se salvaron empleos, se mantuvo a flote a los restaurantes durante el pico de la pandemia y trajo nueva energía y entusiasmo a calles y aceras.
“Pero no fue perfecto: se abandonaron demasiados cobertizos que se pudrieron y muy pocos estuvieron a la altura de nuestra visión de cómo deberían ser nuestras calles. Y un fallo legal esta semana lo dejó aún más claro: Este es nuestro momento de hacer la transición, a un programa permanente, que funcione para nuestros restaurantes, nuestros trabajadores y nuestras comunidades”, concluyó el mandatario municipal.
Vendedores ambulantes a la espera
En respuesta a la aprobación de esta legislación por parte del Concejo Municipal, portavoces del Proyecto de Vendedores Ambulantes reaccionaron advirtiendo que los vendedores informales y los restaurantes son parte del “mismo ecosistema de pequeñas empresas y alimentos”.
“Nos seguimos enfrentado a un trato desigual, durante décadas, en nuestros esfuerzos por trabajar legalmente en el espacio público. Esto se evidencia más recientemente en Corona Plaza, donde los vendedores han estado abogando por la concesión de licencias comerciales, pero en su lugar se enfrentan a varios días de despliegue armado de la Policía Sanitaria“, denunció Mohamed Attia.
Programa ‘Open Restaurant’ en NYC:
- 12,500 aproximadamente tienen restaurantes, bares y cafés tienen mesas al aire libre y en las vías actualmente en los cinco condados.
- 1,000 sitios de comida exterior había en NYC antes de la pandemia.
- 5,900 comedores exteriores están en Manhattan.
- 3,000 restaurantes al aire libre están en Brooklyn.
- 2,400 están en Queens.
- 659 están ubicados en El Bronx.
- 187 están en Staten Island que antes de la pandemia tenía 0.
- 100,000 puestos de trabajo se estima se salvaron por este plan de comedores exteriores.