Vive EE.UU. era de tolerancia a matrimonios del mismo sexo

La aceptación popular y tolerancia del matrimonio entre personas del mismo sexo siguió su proceso de consolidación en Estados Unidos en 2012, al que suma ya el reconocimiento legal en nueve estados, la capital estadounidense y dos tribus nativas.

Vive EE.UU. era de tolerancia a matrimonios del mismo sexo. La aceptación popular creció en 2012.

Vive EE.UU. era de tolerancia a matrimonios del mismo sexo. La aceptación popular creció en 2012. Crédito: AP

Washington.- Maine, Maryland y el estado de Washington aprobaron en voto popular los matrimonios gay, uniéndose así a la legalización en Connecticut, Iowa, Massachusetts, Nueva York, Nueva Hampshire, Vermont, el Distrito de Columbia y las tribus Coquille y Suquamish.

En el estado de Washington, las licencias de matrimonio se empezaron a expedir el pasado 9 de diciembre, mientras que Maryland permitirá bodas de parejas del mismo sexo a partir del 1 de enero y Maine pondrá en vigencia el mandato ciudadano el 5 de enero de 2013.

El movimiento en Estados Unidos para obtener los derechos al matrimonio gay y los beneficios para las parejas del mismo sexo, comenzó en la década de los años 70.

Sin embargo, tomó relevancia nacional e internacional en 1993, cuando la Suprema Corte de Hawai declaró inconstitucional la prohibición en el estado para ese tipo de uniones.

El apoyo para el matrimonio gay se ha incrementado en la última década. Por primera vez el respaldo de la mayoría se registró en una encuesta nacional de la cadena CNN en agosto de 2010.

En comparación, en 1996, solo 25 por ciento de los estadounidenses estaba a favor de su legalización.

La más reciente encuesta de Gallup indicó que 53 por ciento de los estadunidenses creen que los homosexuales deberían tener derechos matrimoniales similares a las personas heterosexuales, en comparación con 48 por ciento que así opinaba hace un año.

El 43 por ciento de los estadunidenses calificó como una “mala ley” a la legislación que prohíbe al gobierno federal reconocer los matrimonios de gays y lesbianas, mientras que 34 por ciento consideró que era “buena” la Ley de Defensa del Matrimonio (DOMA).

El sondeo de Hufftington Post/YouGov fue realizado poco días después de que la Suprema Corte anunciara que se pronunciaría sobre los casos de DOMA, y a nivel estatal, la Proposición 8, que revirtió en California la legalización del matrimonio gay, que estuvo en vigor solo por un breve periodo.

Los sondeos muestran que el mayor apoyo para la legalización del matrimonio gay tiene relación con un menor grado en la práctica ortodoxa de la religión, un mayor nivel de educación, ser más joven y residir en estados del noreste y en la costa oeste del país.

En el otro extremo, las posturas más liberales, entre ellas la de las lesbianas feministas, consideran que el deseo de casarse entre la comunidad lesbiana y gay es un intento por imitar “lo peor de la sociedad prevalente”.

“(Es) un esfuerzo por caber en una institución problemática que traiciona la promesa de liberación de las lesbianas y gays”, señaló Nancy Polikoff, directora de la Escuela de Leyes Donald/Wright en UCLA, en una investigación en la que sostiene que el matrimonio gay no “desmantelará” la estructura legal de género en el matrimonio.

Los fundamentos del activismo a favor del matrimonio homosexual incluyen el derecho a obtener beneficios económicos para las parejas como pensiones de seguridad social y cobertura médica, así como ventajas en materia migratoria o de impuestos.

Según la Oficina General de Contraloría (GAO), al menos 1,049 leyes federales y regulaciones hacen referencia al estatus matrimonial.

La Oficina Congresional del Presupuesto encontró que en 1,139 previsiones en legislaciones, el estatus marital es un factor “determinante” para recibir beneficios, privilegios y derechos.

Lee Badgett, economista y profesor de la Universidad de Massachusetts Amherst, quien ha estudiado el impacto de la legalización del matrimonio gay en parejas del mismo sexo ha señalado varias desventajas para quienes cohabitan sin estar legalmente casados.

Mientras un cónyuge legal puede heredar un monto ilimitado sin incurrir en impuestos, una pareja del mismo sexo tendría que pagar impuestos por la herencia.

Asimismo, las parejas del mismo sexo no son elegibles para declarar impuestos conjuntamente y no pueden aprovechar las tasas impositivas más bajas a las que se tiene derecho cuando el ingreso individual de las parejas difiere de manera significativa.

Baggett anotó que solo 18 por ciento de las compañías ofrecen a las parejas domésticas cobertura médica, en tanto se impone un impuesto a los seguros de salud que cubren una pareja del mismo sexo.

Añadió que los ciudadanos estadounidenses no pueden extender el beneficio de la ciudadanía a sus parejas inmigrantes del mismo sexo.

“En las décadas por venir, sus opciones (de las parejas homosexuales) gradualmente transformarán el matrimonio gay de una idea a una cultura”, apuntó el columnista de The New York Times, Ross Douthat.

En su opinión, esas parejas ayudarán con su ejemplo a determinar el impacto de las uniones gay en la cultura del matrimonio en general en Estados Unidos.

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