“Oía voces y tenía episodios de paranoia”: nuevas revelaciones sobre Robert Card, el tirador de Maine
La oficina del alguacil del condado de Sagadahoc señaló que recibió dos informes en los que se señalaban los problemas de salud mental de Robert Card, un militar retirado que estuvo recluido dos semanas en un psiquiátrico
Hombre lamenta asesinatos cometidos por Robert Card Crédito: Joe Raedle | Getty Images
La familia de Robert Card, el autor de los dos tiroteos el miércoles pasado que dejaron 18 personas muerta en la localidad de Lewiston, en Maine, habían advertido a la Policía sobre la salud mental del hombre, que tenía acceso a las armas de fuego. Según, aseguraron que el tirador presuntamente “oía voces” y tenía episodios de paranoia.
La oficina del alguacil del condado de Sagadahoc señaló este lunes que recibió al menos dos informes en los que se señalaba la situación del militar retirado de 40 años, quien estuvo además recluido durante dos semanas en un hospital psiquiátrico.
El oficial indicó que el primero lo emitieron en mayo la exmujer y el hijo, que comunicaron que el hombre estaba oyendo voces y tenía episodios de paranoia, reseñó Efe. Avisaron además que tenía acceso a armas de fuego. Luego, en septiembre, la oficina del Sheriff recibió un correo electrónico de la unidad de reserva del Ejército, en el que se alertó que Robert Card estaba escuchando voces que lo acusaban de ser un pedófilo y qua había amenazado con realizar un tiroteo en la base de la reserva.
La agencia de noticias indició, de acuerdo con el periódico Portland Press Herald, que las autoridades trataron de contactar a Card, pero no lo encontraron en su residencia. Pero su hermano les garantizó de que se aseguraría de que el hombre no tuviera acceso a sus armas de fuego.
La cadena de noticias estadounidense CNN indicó que un amigo de Card llegó a manifestar su preocupación ante la posibilidad de que el hombre fuera a “estallar y cometer un tiroteo” con múltiples víctimas mortales, como efectivamente ocurrió después.
Luego de dos días de intensa búsqueda, los oficiales encontraron el cadáver de Card el 28 de octubre en un camión de reciclaje, en el aparcamiento de una planta donde estuvo trabajando. Tenía un disparo en la cabeza. Los agentes que participaron en las labores habían hallado horas antes una carta de él en una de sus viviendas en Bowdoin, en la que adelantó que no lo encontrarían con vida.
Su vehículo fue encontrado la noche del suceso en Lisbon, una localidad ubicada a unos 12 kilómetros de Lewiston, donde ocurrió la masacre.
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