Pan de muerto: una dulce tradición para honrar a los que ya partieron
El pan de muerto es una tradición mexicana llena de historia, que hoy sigue teniendo el sentido de honrar a los que no están y endulzar paladares
El pan de muerto es uno de los platillos para honrar a los que ya no están en este plano durante los días 1 y 2 de noviembre, cuando se celebra el Día de Muertos en México. Una tradición declarada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad en 2008.
Este delicioso pan llena los altares los días 1º y 2 de noviembre, tiempo en que, según la tradición, las almas de nuestros seres queridos que no están en este plano regresan a reencontrarse con la familia y disfrutar de los alimentos que se les ofrenda.
Según la creencia popular, a los “muertos chiquitos”, que perdieron la vida siendo niños, se le dedica 1º de noviembre, mientras que a los adultos se le dedica el día 2 de noviembre.
La magia de la historia del pan de muerto
El pan de muerto tiene su origen en la época prehispánica, cuando se preparaba la “papalotlaxcalli” o pan de mariposa que era exclusivo de para la ceremonia del día de muerto.
Según los historiadores era como una suerte de tortilla a la que se le imprimía un sello con forma de mariposa cuando estaba aún cruda. Luego se cocinaba y se le ponía un toque de color, cita el portal del gobierno de México.
El equivalente al pan de muerto sería el “huitlatamalli” que era una especie de tamal, según relató fray Diego de Durán en una crónica sobre la ofrenda de Huitzilopochtli, la gente comía “tzoalli con miel”. Describió que se trataba de mezcla a base de amaranto y miel de avispa o maguey.
Luego de la llegada de los conquistadores, el pan de muerto se fue transformando hasta la versión que se conoce en la actualidad y que se ofrenda en los altares y se consume por estas fechas en las que se honra a los seres queridos que murieron y que permanecen en nuestros corazones.
Lo cierto es que este pan tiene una forma redonda, simboliza el ciclo de la vida y la muerte, decorado con una bola de pan al centro que representa el cráneo, con cuatro extremidades que simbolizan los huesos y las lágrimas como señal de lamento por la pérdida del difunto.
Pan de muerto en cada región
El pan de muerto puede presentar variantes de acuerdo a la región donde se prepare, por ejemplo en ciudad de México se espolvorea con azúcar y puede estar relleno de chocolate. En Oaxaca a este pan se le da forma de humano, mientras que en Puebla se le añaden semillas de sésamo, indica National Geografic.
Tal como se conoce en la actualidad el pan de muerto, es pan dulce con un toque cítrico a base de naranja que tiene una textura suave. Es un pan que se puede preparar en casa con huevos, harina, azúcar, leche y huevos. Con un tiempo de preparación estimado en poco más de una hora, según el portal especializado en recetas, Comedera, donde comparte una receta sencilla y práctica de prepararlo.
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