´¡Púdrete en la cárcel!´: madre latina tras cadena perpetua a pandillero MS-13 por crímenes en Nueva York
Melvi “Letal” Amador Ríos, pandillero de 32 años de la Mara Salvatrucha (MS-13), fue condenada a cadena perpetua en una audiencia federal en Brooklyn (NYC) por varios delitos violentos, incluyendo homicidio y robos
Melvi “Letal” Amador Ríos, pandillero de 32 años de la notoria organización criminal Mara Salvatrucha (MS-13), fue condenado ayer a cadena perpetua en una audiencia en el Tribunal Federal de Brooklyn (NYC).
Amador había sido declarado culpable en agosto de varios delitos violentos, incluido ordenar en 2017 el apuñalamiento de Julio “Bad Boy” Vásquez, adolescente de 16 años asesinado porque se negó a matar para la pandilla MS-13.
Bertha Palaguachi, madre de Vásquez, le dijo al pandillero Amador que debería “pudrirse en la cárcel”, poco antes de que la jueza federal Rachel Kovner enviara al líder de la pandilla en Queens a prisión de por vida, reportó Daily News.
Me produce mucho dolor y no puedo aceptar el hecho de haber perdido a mi hijo en una muerte tan brutal”
“Me produce mucho dolor y no puedo aceptar el hecho de haber perdido a mi hijo en una muerte tan brutal”, dijo Palaguachi, en una declaración leída por la fiscal federal adjunta Anna Karamigios. “No mataron a un animal. Mataron a mi hijo y quiero justicia. Espero que se queden y se pudran en la cárcel”.
Amador Ríos no hizo ninguna declaración antes de que la jueza le dictara sentencia. “El acusado cumplirá merecidamente cadena perpetua por el homicidio, el intento de asesinato y los robos a mano armada que cometió en nombre de la MS-13”, dijo el fiscal federal Breon Peace. “La sentencia de hoy refleja justicia por la naturaleza atroz y sin sentido de los crímenes del acusado y el terror que infligió a sus víctimas, sus familias y la comunidad”.
Después de un juicio de dos semanas en la Corte Federal de Brooklyn, en el verano un jurado encontró a Amador Ríos culpable de 17 de los 18 cargos que enfrentaba.
Los fiscales acusaron al hispano de 32 años de encabezar la camarilla “Centrales Locos Salvatruchas” (CLS), que operaba principalmente desde Jamaica, Queens. En ese rol lideraba a un grupo de “chequeos” de adolescentes, enviándolos en misiones de matar para que pudieran ascender dentro de la pandilla, argumentaron los federales.
Su hermano Santos Amador Ríos y otros cuatro testigos cooperantes testificaron en su contra durante el juicio, vinculándolo con el asesinato de Vásquez en mayo de 2017, y el previo tiroteo casi fatal de Luis Serrano (16) en octubre de 2016.
Santos, hondureño de 33 años y también ex miembro de lla rama CLS, dijo en el juicio de su hermano que quería cambiar su vida y “dejar todo lo malo atrás”. “No es que quiera hacer lo que estoy haciendo ahora, pero no puedo pudrirme en la cárcel. Él lo sabe y yo sé que lo amo mucho, pero no hay nada que yo pueda hacer”, afirmó en su testimonio a fines de julio.
Estando ya presos, en septiembre de 2019 Amador Ríos, Josué Leiva y Luis Rivas se declararon “no culpables” por la muerte de Vásquez.
El brutal asesinato de Vásquez sucedió en 2017 en el Alley Pond Park de Queens. La otra víctima, Luis Serrano, recibió un disparo en la cara y quedó paralizado. Amador Ríos también planeó cuatro robos a mano armada en negocios de Queens, alegaron los fiscales.
La fiscal asistente Raffaela Belizaire dijo que cada asesinato cometido por la “camarilla” de la MS-13 en Queens pasó por la orden Amador Ríos, quien como líder era responsable de hacer cumplir las reglas de la pandilla, que incluían matar a rivales y miembros “traidores” siempre que fuera posible, y nunca hablar con la policía.
Murray Singer, abogado defensor de Melvi Amador Ríos, lanzó un insólito argumento al jurado en el juicio que se inició el 24 de julio. Admitió que el acusado es miembro de la pandilla, pero dijo que eso no sería suficiente para condenarlo. “No es un delito estar afiliado a la MS-13… Ser miembro de la MS-13 no es un delito”, afirmó.
Long Island y Queens son dos de las áreas con mayor presencia de Mara Salvatrucha en EE.UU., donde se le atribuyen docenas de asesinatos y desapariciones. El grupo de origen centroamericano está asociado con reclutar jóvenes hombres y mujeres, mayormente de origen latino.