“Sus servicios ya no son necesarios”: presidente de Guatemala pedirá la renuncia de la fiscal general
Bernardo Arévalo acusó a la fiscal general Consuelo Porras de intentar orquestar un golpe de estado para impedir su presidencia. A pesar de los desafíos inciertos durante la transición, elogió a las autoridades electorales por defender los resultados electorales
Bernardo Arévalo finalmente asumió el domingo como presidente de Guatemala y entre las primeras acciones que tomará como mandatario electo está citar a la fiscal general Consuelo Porras, a quien acusó en los últimos meses de perseguirlo políticamente con el objetivo único de lograr un golpe de Estado.
“La primera acción que voy a tomar como presidente va a ser citar a la fiscal general para pedirle la renuncia. Citarla a la oficina y, desde el Despacho Presidencial, decirle que consideramos que sus servicios ya no son necesarios”, manifestó el líder del partido progresista Movimiento Semilla en una entrevista con el canal de televisión DW Español.
Bernardo Arévalo dijo que estaba convencido de que el día de la investidura llegaría, aunque reconoció que no tenía certeza de no cómo se iba a desarrollar el proceso ni los obstáculos que podían presentar el domingo 14 de enero.
“Pero, desde el punto de vista legal, hubiera requerido realmente algo que no veía posible para que el sistema completo quedara para un lado, que, al final, efectivamente es lo que ha pasado: el Tribunal Supremo Electoral hizo una defensa de los resultados electorales realmente notable, los magistrados tuvieron una conducta muy importante y positiva”, expresó el mandatario guatemalteco.
Destacó asimismo que la Corte de Constitucionalidad, a su ritmo, generó las resoluciones que iban cerrando “de manera clara y progresiva” los espacios de los corruptos “que estaban intentando sabotear el proceso electoral y burlar la voluntad popular”, que lo eligió el año pasado como presidente del país.
Sobre los motivos que llevaron a la “persecución política” en su contra, Bernardo Arévalo explicó que en las últimas dos décadas en Guatemala se ha desarrollado una clase interpreta la política “como una oportunidad de enriquecimiento personal” que deriva inmediatamente en conductas corruptas.
“Esta clase política se fue organizando en partidos políticos, cuya única finalidad era lograr acceso a los fondos públicos, ocupando posiciones, ya sean en las alcaldías, en el Congreso o en la Presidencia de la República y, desde todas estas posiciones, nombrar piezas en espacios necesarios para garantizar las condiciones de corrupción”, dijo.
“Para generar corrupción, se genera impunidad y, para poder mantener la impunidad, se genera persecución política a todas las personas que se oponen al sistema. Las personas que se oponían a que nosotros llegáramos al poder y que un gobierno comprometido con el cambio tuviera éxito es esa clase político-criminal que se incrustó en el sistema político y en las instituciones del Estado”, añadió.
En la entrevista con DW Español, el presidente Bernardo Arévalo señaló que su gobierno contempla corregir una serie de acuerdos gubernativos “de última hora” y empezar a trabajar en el establecimiento de la comisión anticorrupción.
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