Irán niega ataque mortal con aviones no tripulados contra tropas estadounidenses en Jordania

Un ataque con drones contra una base militar estadounidense en el noreste de Jordania el domingo, que provocó la trágica muerte de tres soldados estadounidenses, ha intensificado las tensiones en la región.

Irán ha negado categóricamente cualquier participación en el ataque, mientras que un grupo de milicias en Irak respaldado por Irán se ha atribuido la responsabilidad del ataque.

El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Nasser Kanaani, afirmó en una rueda de prensa que Irán no dirige a las facciones de la resistencia regional ni interfiere en sus decisiones.

La negación de Irán y la afirmación de las milicias

En contraste con esta declaración, la Resistencia Islámica en Irak, un grupo de milicias respaldado por Irán, afirmó que había atacado una guarnición estadounidense cerca de la frontera entre Jordania y Siria, junto con otras dos bases estadounidenses y una instalación petrolera israelí.

Este reclamo intensifica la complejidad de la situación geopolítica en la región.

El Pentágono, a través de su portavoz Sabrina Singh, atribuyó el ataque a una milicia respaldada por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y dijo que investigaría activamente para identificar al grupo específico involucrado, esto antes de que el grupo emitiera un comunicado.

Singh enfatizó el papel de Irán al armar a estos grupos y la determinación de Estados Unidos de responsabilizar a Irán por estas acciones.

El dron, que supuestamente evadió la detección debido a la desactivación de las defensas aéreas de respuesta automática, causó importantes bajas, con más de 40 personas heridas, además de las tres muertes.

Impacto y secuelas del ataque con dron

El ataque, que ocurrió mientras la mayoría de los 350 soldados estadounidenses estaban en sus dormitorios, ofrece una protección estructural mínima contra tales ataques.

El Departamento de Defensa identificó a los militares fallecidos, destacando la pérdida personal sufrida en el ataque. El presidente Biden condenó el ataque como “despreciable y totalmente injusto” y prometió una respuesta calculada de Estados Unidos.

Este incidente marca el ataque más mortífero contra miembros del servicio estadounidense desde el atentado suicida con bomba de Kabul en 2021 y refleja una tendencia preocupante de aumento de los ataques contra las fuerzas estadounidenses en la región por parte de grupos respaldados por Irán, especialmente en medio del conflicto en curso en la Franja de Gaza que involucra a Israel y Hamás.

A medida que continúan las investigaciones, es probable que el incidente tenga implicaciones de gran alcance para la política exterior y la estrategia militar de Estados Unidos en la región.

Las tensiones entre Estados Unidos y la Resistencia Islámica en Irak tienen raíces profundas y complejas, influidas por una historia de conflictos políticos, religiosos y militares.

Tras la invasión de Irak en 2003 por parte de Estados Unidos, el país se vio sumido en un periodo de inestabilidad política y social, lo que dio lugar a la aparición de varios grupos de resistencia.

Entre estos, la Resistencia Islámica, compuesta principalmente por facciones chiítas, emergió como una fuerza significativa. Esta resistencia no solo se opuso a la presencia militar estadounidense en Irak, sino que también luchó contra lo que percibía como una influencia extranjera indebida en los asuntos internos de Irak.

Los enfrentamientos entre las tropas estadounidenses y los combatientes de la Resistencia Islámica se caracterizan por una serie de ataques guerrilleros y represalias, creando un ambiente de constante tensión y violencia.

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