Una perrita estuvo 7 años en un refugio y finalmente fue adoptada: emocionante historia en Missouri
La historia de Ginger narra su travesía desde las calles hasta un hogar amoroso después de varios años de larga espera
Ginger pasó muchos años en un refugio, esperando que alguien le diera mucho amor. Crédito: Jane Mingay | AP
Tener una mascota implica una serie de responsabilidades que, desafortunadamente, muchos pasan por alto, a tal grado que hacen a un lado a ese animalito que, muy probablemente, solo les brinda amor, para dejarlos solos y a su suerte en las calles.
De hecho, en Estados Unidos, los refugios de animales se encuentran atravesando por una severa crisis debido al aumento de 22% en el número de perros callejeros desde 2021. Esta sobrepoblación se atribuye al regreso al trabajo presencial, el incremento en el costo de cuidados y alimentos para mascotas, y a las restricciones impuestas por los propietarios de viviendas.
Sin embargo, esta situación de perros de la calle es algo que se ha visto todos los tiempos y para muestra de ellos tenemos la fantástica historia de Ginger, una perra que en el invierno de 2013, llegó al refugio de animales Dogwood, en Missouri, después de haber pasado varios días vagando por las calles.
A pesar de su bajo peso, Ginger demostraba un buen estado de salud en general, pero su historia de abandono y sus experiencias previas habían dejado cicatrices emocionales profundas. Pese a que el can atravesaba por momentos complicados, el refugio le ofreció un lugar seguro, con alimento, agua y una cama donde descansar, con la esperanza de que pronto encontraría un hogar donde ser amada y cuidada.
Ginger, la perrita que vivió 7 años en un refugio de animales en Missouri y que por fin, encontró un hogar
Con el tiempo, Ginger se convirtió en una residente permanente del refugio. A pesar de su buena salud física, su comportamiento ansioso y su dificultad para confiar en los humanos hicieron que algunos la consideraran “inadoptable”.
A pesar de los esfuerzos del refugio por encontrarle un hogar, Ginger permaneció allí, esperando en silencio por una familia que nunca llegaba. 7 años pasaron desde su llegada, y aun así, el animal seguía sin encontrar a alguien dispuesto a darle una oportunidad.
En 2020, la suerte de Ginger comenzó a cambiar cuando un hombre llamado Scott Poore se enteró de su exsitencia y decidió actuar. Conmovido por la situación de Ginger, Poore se dedicó a compartir su historia y atraer la atención sobre su situación. Para él, Ginger era un símbolo de todos los perros que, por diversas razones, eran pasados por alto y considerados poco aptos para llevarlos a casa. Su dedicación incansable logró que la historia de esta perrita resonara en los corazones de muchas personas, generando un gran interés por encontrarle un hogar amoroso.
Entre aquellos conmovidos por la historia de Ginger se encontraba Beth Ulianich, una joven decidida a brindarle una segunda oportunidad a la perra que había pasado años esperando en el refugio. La historia de Ginger tocó el corazón de Beth de manera profunda, y sin dudarlo, decidió que quería ser la persona que le diera un hogar, lleno de amor y cuidado. A pesar de los desafíos que Ginger podría enfrentar debido a su edad y sus experiencias pasadas, Beth estaba decidida a darle una vida feliz y plena, la que se merecía.
Desde el momento en que llegó a su nuevo hogar, Ginger comenzó a experimentar una transformación asombrosa. A pesar de sus 13 años y los problemas de salud propios de su edad, demostró ser una perra valiente y llena de vitalidad. Con el amor y el cuidado de Beth, comenzó a superar sus miedos y a disfrutar de cada momento con una alegría renovada. Su nueva vida le brindó seguridad y confianza, permitiéndole florecer y mostrar su verdadera naturaleza. Para Beth, Ginger se convirtió en más que una mascota; se convirtió en una compañera leal y en una fuente de inspiración.
La historia de Ginger es un recordatorio conmovedor de la importancia de la paciencia, el amor y la perseverancia. Su viaje desde la calle hasta el calor de un hogar amoroso nos recuerda que nunca es demasiado tarde para comenzar de nuevo y encontrar la felicidad. A través de la historia de Ginger, queda la esperanza de que más personas consideren adoptar a animales “inadoptables”, brindándoles una segunda oportunidad de amor y una vida plena.
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