Policía el titular de Migración
Instituto Nacional de Migración de México tiene nueva dirección
MÉXICO, D.F.— Apenas unas horas antes de ser nombrado como nuevo comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Ardelio Vargas Fosado, estuvo a cargo de controlar a los manifestantes que protestaron en el segundo informe de gobierno del estado de Puebla, donde ayer todavía era secretario de seguridad pública de su estado natal.
“Será un gran honor”, dijo a este diario en conversación telefónica apenas supo del comunicado emitido por la Secretaría de Gobernación a cargo de Miguel Ángel Osorio Chong que le dio el nombramiento . “Es una señal: yo soy un viejo policía e investigador de inteligencia”.
Oriundo del municipio poblano de Xicotepec, Vargas de 58 años, inició su carrera de funcionario como alcalde en su tierra para pasar casi inmediatamente a una larga experiencia en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) como investigador, jefe de departamento, subdirector, delegado estatal y director de área de Investigación y director del área de Seguridad.
El diseño y operación del Programa México Seguro instaurado a partir de 2005 en todo el país contra crimen organizado fue su autoría así como las estrategias de control de conflictos sociales en los estados de Tabasco, México y Oaxaca.
En 2006, el presidente Felipe Calderón lo nombró comisionado de la Policía Federal Preventiva (PFP) y luego de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) desde donde siguió uno de los más grandes decomisos de dinero en efectivo en la historia de México: 205 millones de dólares al empresario Zhenli Ye Gon.
Un año más tarde asumió el área de combate a la corrupción de la Procuraduría General de la República poco antes de que el zar antidrogas Noé Rodríguez Mandujano fuera acusado de recibir casi medio millón de dólares mensuales del cártel de los Beltrán Leyva.
Bajo la mirada de seguridad, el comisionado no observa el tema migratorio como algo ajeno a él. “Lo he seguido mucho como un fenómeno transversal” del que no tiene duda que sabe enfrentar.
En septiembre, como titular de seguridad pública en Puebla, ayudó a capturar a una banda de secuestradores de la región mixteca a petición de migrantes de California afectados por el secuestro de sus familias.
“Su intervención nos demostró que con un poco de voluntad se pueden frenar los problemas”, dijo Roberto Bravo, presidente del Consejo Binacional de Organizaciones Comunitarias Mexicanas después de que un comando de la policía estatal acorraló a los líderes de la banda de plagiarios que exigía hasta 100,000 dólares de rescate.
Un empuje similar podría frenar el rapto, persecución y muerte de los que son víctimas miles de transmigrantes que buscan el sueño americano.
Ayer encargados de albergues de centroamericanos que atraviesan el país en busca de trabajo en Estados Unidos reportaron “una situación de emergencia” por el incremento de la actividad del crimen organizado que en los últimos meses había disminuido.
Frente a tal situación, organizaciones nacionales de defensa de los derechos de migrantes dijeron que estarán alerta frente al papel que desempeñara el nuevo comisionado con el perfil de un policía al frente de la principal institución migratoria del país.
Fabbiene Venet, del Instituto de Estudios y Divulgación sobre Migración, espera un enfoque “de seguridad humana” que privilegie las garantías individuales, independientemente de su nacionalidad, y no un sesgo de “seguridad nacional” que implique la “criminalización” de los indocumentados.