7 cosas que no sabías sobre las zanahorias
Las zanahorias son originarias de Afganistán, y su consumo se remonta a 3000 años antes de Cristo. Además, son ricas en nutrientes vitales para la vista y la piel
La zanahoria es una hortaliza muy versátil en la cocina, llena de nutrientes, minerales y vitaminas, con un delicioso sabor que la convierten en una de las más populares y consumidas en el mundo. En esta entrega revisaremos 7 cosas que no sabías sobre las zanahorias y sus beneficios.
Uno de los principales componentes de las zanahorias es el caroteno, que ayuda en diferentes áreas de la salud, por lo que el consumo de esta hortaliza se asocia a un menor riesgo de sufrir múltiples cánceres.
Entre otros beneficios para la salud, ayuda a reducir el riesgo de fracturas, cataratas relacionadas con la edad, quemaduras solares y enfermedad de Alzheimer y varios tipos de cánceres como: cáncer de mama, cáncer de pulmón, cáncer de páncreas, cáncer gástrico, cáncer urotelial y cáncer de próstata, según una investigación del Centro Nacional para la Información Biotecnológica (NCBI)
7 cosas que no sabías de las zanahorias
Una hortaliza milenaria: el origen de las zanahorias se remonta al año 3,000 a.C., y no siempre fueron de color naranja, se cultivaban en una región que ahora es Afganistán.
De color naranja: según las investigaciones, las primeras zanahorias eran púrpuras por dentro y anaranjadas por fuera. Y en el siglo XVII, en los Países Bajos comenzaron a cultivar zanahorias de forma intensiva hasta dar con el color como las conocemos en la actualidad, para honrar a la Casa Real Holandesa de Orange. En la actualidad hay amarillas, blancas y moradas y tienen la misma textura y sabor que las de color naranja.
Fuente de vitaminas: esta hortaliza es fuente de betacarotenos y alfacarotenos, que son esos pigmentos vegetales que le dan su color y que, al llegar al hígado, se transforman en vitamina A. No se recomienda su consumo en exceso, ya que puede provocar cambios en la pigmentación de la piel de un color entre anaranjado y amarillo.
Protege la piel: por ser fuente de vitamina C, el consumo de zanahorias mantiene la piel, las encías y los vasos sanguíneos sanos. La ingesta de esta hortaliza ayuda a disminuir el colesterol plasmático, la vitalidad del sistema inmunológico y la eliminación de especies reactivas de oxígeno, según un estudio de la National Library of Medicine.
Rica en azúcares: las zanahorias bebé, que son más tiernas y pequeñas, tienen un alto contenido de azúcar en comparación con las que consumimos regularmente. La zanahoria pertenece a la misma familia del apio y el perejil (la Apiaceae), y está compuesta 80% por agua.
Mejora la salud intestinal: al ser rica en fibras vegetales, mejorar la función intestinal, ya que contribuye a formar las heces para que pasen con mayor fluidez a través del intestino y el colon; y de esta forma prevenir el estreñimiento.
Aliada en la cocina: la zanahoria es un ingrediente vital en la dieta de millones de personas, no solo por la gran cantidad de ingredientes que tiene, sino por su versatilidad en la cocina, ya que se puede utilizar de múltiples formas tanto cruda como en diferentes platillos como: sopas, guisos, salteados de vegetales, ensaladas, postres y licuados.
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