Centro Carter dice que elecciones en Venezuela no fueron democráticas

Según el Centro Carter, su organización no pudo verificar o corroborar la autenticidad de los resultados de la elección presidencial declarados por el Consejo Nacional Electora de Venezuela

Funcionarios electorales cuentan los votos tras el cierre de las urnas para las elecciones presidenciales.

Funcionarios electorales cuentan los votos tras el cierre de las urnas para las elecciones presidenciales.  Crédito: Matias Delacroix | AP

El Centro Carter, que participó como observador en los comicios presidenciales de Venezuela del domingo 28 de julio, apuntó que el proceso “no se adecuó” a los parámetros y estándares internacionales de integridad electoral, por lo que aseguraron que “no puede ser considerada como democrática”.

“El Centro Carter no puede verificar o corroborar la autenticidad de los resultados de la elección presidencial declarados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela“, informó el Centro Carter en un comunicado.

La organización sin fines de lucro resaltó que el CNE, que dio como ganador a Nicolás Maduro a falta de más de dos millones de votos por contar, no ha anunciado los resultados de manera desglosada por mesa, lo que “constituye una grave violación de los principios electorales”.

Jennie Lincoln, del Centro Carter, habla con periodistas después de recorrer un centro de votación con otros miembros de su equipo durante las elecciones presidenciales.
Jennie Lincoln, del Centro Carter, habla con periodistas después de recorrer un centro de votación con otros miembros de su equipo durante las elecciones presidenciales.
Crédito: Cristian Hernandez | AP

Asimismo, explicó que el proceso comicial “no ha alcanzado los estándares internacionales de integridad en ninguna de sus etapas relevantes y ha infringido numerosos preceptos de la propia legislación nacional”.

Según el Centro Carter, “se desarrolló en un ambiente de libertades restringidas en detrimento de actores políticos, organizaciones de la sociedad civil y medios de comunicación” y durante del proceso, las autoridades del CNE “mostraron parcialidad a favor del oficialismo y en contra de las candidaturas de la oposición”.

Añadiendo que, la actualización del registro de electores “se realizó con numerosos inconvenientes”, como “plazos muy cortos, relativamente escasos lugares de inscripción y una mínima campaña de información y difusión públicas”.

El problema sigue el comunicado, “se agravó en el exterior, donde los ciudadanos enfrentaron barreras legales desmedidas, incluso arbitrarias, para inscribirse en el padrón en el extranjero”.

Aseguraron que el registro de partidos y candidatos “tampoco se adecuó a estándares internacionales” y, en años anteriores, los partidos opositores “han sufrido intervenciones judiciales en desmedro de su liderazgo social y políticamente más reconocidos para beneficiar a personas afines al gobierno, influyendo sobre la conformación de sus candidaturas”.

El Centro recordó lo siguiente: “de manera aún más importante”, que la inscripción de la candidatura de la oposición “se halló sujeta a la discrecionalidad de las autoridades electorales que adoptaron decisiones sin respetar principios jurídicos básicos”.

La organización insistió que la campaña electoral se desarrolló “con un notable desequilibrio a favor del Gobierno en todos los campos. La candidatura oficialista contó con muy amplios recursos, lo que se tradujo en la gran desproporción de mítines, murales, vallas y afiches a su favor”.

También pudieron observar “el abuso de recursos públicos”, incluyendo el uso de automóviles, movilización de funcionarios para la campaña de Maduro y el uso de programas sociales para atraer votantes.

Los oficialistas tuvieron preponderancia en la televisión y la radio, en publicidad, transmisión de eventos e información y las fuerzas policiales y militares “intentaron restringir” las campañas opositoras, “incluyendo la persecución e intimidación de personas que prestaron servicios” a políticos antichavistas “para generar un efecto disuasivo”.

Pese a todo mencionado antes, los ciudadanos venezolanos se movilizaron masiva y pacíficamente el 28 de julio para expresar su decisión en las urnas y la jornada de votación “transcurrió de una manera cívica, a pesar de las restricciones en el acceso a recintos para observadores nacionales” y a “testigos de partidos”.

Partidarios del gobierno agarran a un simpatizante de la oposición mientras agentes de policía intervienen durante las elecciones presidenciales.
Partidarios del gobierno agarran a un simpatizante de la oposición mientras agentes de policía intervienen durante las elecciones presidenciales.
Crédito: Matias Delacroix | AP

El observador electoral dijo que “comprobaron la voluntad de la ciudadanía venezolana por participar en un proceso electoral democrático y demostrando su compromiso cívico como integrantes de mesa, testigos de partidos y observadores”.

“Estos esfuerzos fueron desmerecidos por la ausencia de transparencia del CNE en la difusión de los resultados”, indicó el Centro Carter, que recordó que fueron invitados para observar la elección presidencial de 2024 y “firmó un memorando de entendimiento para garantizar que la misión pudiera observar libremente de acuerdo con sus estándares”, agregó.

La organización, fundada por el expresidente estadounidense Jimmy Carter y su esposa Rosalynn Carter, desplegó a 17 expertos y observadores desde el 29 de junio, con equipos en Caracas, Barinas, Maracaibo y Valencia, donde se congregaron con “una amplia gama de actores, incluyendo el CNE, candidatos, partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil”, entre otros.

El comunicado finaliza diciendo que se publicará un informe concluyente de su misión de observación en Venezuela, precisando los hallazgos adelantados en el documento.

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