El condimento que todos tienen y la OMS recomienda no utilizar porque es cancerígeno
La Organización Mundial de la Salud asegura que debe ser consumido con moderación para evitar cáncer de estómago
Hay un condimento que consumido en exceso puede causar cáncer. Crédito: Shutterstock
La alimentación es fundamental para prevenir enfermedades y evitar la malnutrición, y por los efectos que causa en el organismo, y los riesgos cancerígenos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda disminuir el consumo de sal.
La sal es uno de los condimentos más consumido alrededor del mundo, ya que por su versatilidad tiene múltiples uso en la cocina, como: utilizarlo como conservante, deshidratar alimentos, enmascarar sabores desagradables, facilitar la retención de agua o para realzar el sabor a la comida.
La sal tal como la utilizamos proviene de cloruro sódico, y se conoce tres tipos de sal común de acuerdo a su origen:
- A través de la evaporación de obtiene la sal marina y la de manantial
- Por medio de la extracción minera de una roca mineral denominada halita se obtiene la Sal gema
- Y cuando se hierve una planta gramínea se obtiene la Sal vegetal.
Sal refinada y el consumo diario
La más utilizada en la preparación de comida es la sal refinada o común, que está compuesta por cloruro sódico, entre 97 y 99%. Una de sus principales características no contiene impurezas por ser tan refinada, pero pobre en nutrientes.
El consumo excesivo de sal en la dieta diaria se asocia a varios problemas de salud que van desde el incremento la presión arterial, siendo la causa el 30% de casos de hipertensión, el cáncer de estómago, empeoramiento de asma y osteoporosis.
La ingesta excesiva de sal se vincula con la formación de cálculos renales e insuficiencia renal. También aumenta los riesgos de obesidad, ya que los alimentos salados causan sed, la que se quita consumiendo bebidas con un alto contenido de azúcar, indica Diario Uno.
Relación del consumo de sal y el cáncer de estómago
La vocal de Junta Directiva de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), María José Safont, explica que la ingesta excesiva de sal podría tener un doble efecto en las fases iniciales de la gastritis y la atrofia de la mucosa gástrica.
“El daño sobre la misma (mucosa gástrica) podría aumentar la colonización de bacterias, como la Helicobacter pylori, lo que provocaría gastritis crónica, una condición asociada a un aumento del riesgo de cáncer gástrico”, cita el blog Cuidate plus.
La OMS recomienda a sus Estados miembros la observación de los patrones de consumo de sal, por lo que en 2018 publicó la guía técnica SHAKE, menos sal, más salud.
Esta guía describe las políticas e intervenciones que han sido efectivas para reducir la ingesta de sal de la población, además explica cómo elaborar, implementar y monitorear diversas estrategias encaminadas a reducir el consumo de sal en la población.
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