Incendios forestales en Los Ángeles causa alerta sobre calidad del aire y preocupaciones sanitarias
El fuego de los incendios forestales obligó a los funcionarios emitieron alertas sobre la calidad del aire y advirtieron sobre las consecuencias peligrosas
Los incendios forestales en Los Ángeles empezaron el martes y han quemado sin cesar más de 13,760 hectáreas, o unas 53 millas cuadradas. Crédito: Jae C. Hong | AP
Un negocio que se encontraba en su mejor momento en Teddy’s Cocina en Pasadena, California, mientras las personas que estaban almorzando tuvieron que ser evacuadas por los incendios forestales y los peatones se resguardaban en sus hogares para huir del aire marrón del humo que cubría la ciudad.
“No se puede respirar”, manifestó Dulce Pérez, cocinera del restaurante, mientras una neblina que hacía llorar se cernía sobre nosotros el jueves, a unas 20 millas de uno de los múltiples incendios que arden en Los Ángeles . “Simplemente, tratamos de quedarnos en el interior”.
Durante toda esta semana, mientras el fuego de los incendios forestales arrasaba todo a su paso y el humo se elevaba por Los Ángeles, los funcionarios emitieron alertas sobre la calidad del aire, las escuelas cancelaron sus clases y los expertos advirtieron sobre las consecuencias riesgosas de los mismos, incluso que podrían acarrear a la muerte, debido al humo de las llamaradas.
Los residentes se encuentran preocupados por la calidad del aire que, en varias oportunidades, puede llegar a quemar los pulmones debido a las cenizas, el hollín y el humo que emanan de los incendios que han devastado al menos 10,000 estructuras.
De acuerdo con los trabajadores de cuatro negocios, los purificadores de aire se agotaron en varias tiendas. Algunos de los vecinos estaban poniendo cinta adhesiva en las ventanas para evitar que el humo ingresara a sus viviendas. Y las autoridades de Los Ángeles hicieron un llamado a la gente a quedarse dentro de sus casas donde se observaba el humo.
Aunque las condiciones mejoraron el viernes, una alerta de calidad de aire siguió vigente hasta la noche y las partículas peligrosas se mantuvieron cerca de cuatro veces las pautas de la Organización Mundial de la Salud.
Asimismo, en el Centro de Convenciones de Pasadena, que se convirtió en un refugio temporal, los voluntarios humanitarios de la organización global de Sean Penn, CORE, estaba distribuyendo mascarillas N95.
Por su parte, Sunny Lee, gerente de programas de respuesta a emergencias, indicó que las personas sin hogar son más propensas al aire contaminado, informó Reuters.
“No tenían dónde ir dentro de sus casas, así que sufrieron aún más afuera debido a la mala calidad del aire y sin ningún tipo de mascarillas”, dijo Lee. “Por eso, les enviamos mascarillas N95 a nuestros socios que llegaron a esas comunidades. Estamos distribuyendo tantas como podemos”.
Niebla flotante
Los incendios forestales en Los Ángeles, que son avivados debido a los fuertes vientos y alimentados por una vegetación seca posteriormente de un largo periodo de poco o ninguna precipitación, empezaron el martes y han quemado sin cesar más de 13,760 hectáreas, o unas 53 millas cuadradas. Los barrios se han convertido en puras cenizas en algunas partes de la capital californiana.
El humo de los incendios forestales suele llevar consigo gases nocivos para la salud y partículas que lo hacen más tóxico que la contaminación atmosférica normal.
Los incendios forestales no solo queman plantas, arbustos, sino también edificios, casas y vehículos que contienen plásticos, combustibles, metales y una gran cantidad de sustancias químicas.
Las investigaciones han relacionado el humo de los incendios con tasas más altas de ataques al corazón, accidentes cerebrovasculares y paros cardiacos, así como con defensas inmunológicas debilitadas.
Los especialistas en salud ambiental alertaron que las partículas en suspensión representan un riesgo para las personas con problemas pulmonares y cardíacos preexistentes, así como los ancianos y niños.
El científico de salud ambiental de la Universidad de California en San Diego, Carlos Gould, señaló que la concentración de pequeñas partículas en la capital de California llegó a niveles alarmantes de entre 40 y 100 microgramos por metro cúbico a inicios de la semana, antes de bajar a 20 aproximadamente el viernes.
El máximo recomendado por la OMS es de 5 microgramos por metro cúbico.
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