Asistente escolar que arrastró a adolescente autista por los genitales en Queens enfrenta posible deportación

Garnet Collins torturo un joven en el Centro Anderson para el Autismo, Queens, tras tomarlo de los testículos y arrastrándolo hacia su habitación

El denunciante que registró en video los abusos declaró que las agresiones semejantes sucedieron con frecuencia en el centro, pero los supervisores "hicieron la vista gorda".

El denunciante que registró en video los abusos declaró que las agresiones semejantes sucedieron con frecuencia en el centro, pero los supervisores "hicieron la vista gorda". Crédito: Anderson Center for Autism | Google Maps

Un asistente escolar inmigrante que fue filmado en video agarrando y arrastrando a un estudiante autista de Queens por los testículos se declaró culpable de un delito grave y enfrenta una posible deportación.

Identificado como Garnet Collins, de 51 años, torturo al joven en el Centro Anderson para el Autismo, al norte del estado, a unas 10 millas aproximadamente al norte de Poughkeeepsie, donde los contribuyentes de la ciudad de Nueva York y del estado pagaron su matrícula, alojamiento y comida.

Este es uno de los peores abusos hacia un niño con discapacidad de desarrollo en una institución de Nueva York en años. El Centro Anderson recauda millones de dólares en fondos estatales y municipales para educar a estudiantes con autismo severo.

Mi hijo va a sufrir de trastorno de estrés postraumático durante años”, expresó el indignado padre del adolescente. “Está sufriendo. Recuerda y grita: ‘¡Garnet, no, no, no!’”.

El denunciante que registró en video los abusos declaró que las agresiones semejantes sucedieron con frecuencia en el centro, pero los supervisores “hicieron la vista gorda”, explicó el padre.

Asimismo, ha solicitado a las autoridades que investiguen una posible negligencia criminal y a los legisladores estatales que ordenen la instalación de cámaras de seguridad en las áreas públicas de la residencia, informó New York Post.

El miércoles, en un tribunal penal del condado de Dutchess, Collins, le dijo primero al juez Edward McLoughlin: “Lo sostengo por la cintura, señoría”.

El magistrado lo detuvo y le dijo lo siguiente: “Entiendo que en un intento de controlar a esta persona con esta condición, lo agarró por los genitales y lo lastimó. ¿Es eso correcto?”

“Sí, señoría”, admitió Collins, quien se declaró culpable de poner en peligro el bienestar de una persona incompetente.

En un video grabado por un compañero asistente, se ve a Collins agarrando la entrepierna del niño y gritando: “¡Ve a tu habitación!”, mientras el joven grita de dolor y llora: “¡Quiero llamar a mami!”.

El asistente escolar aceptó haber golpeado a otro alumno autista en la cabeza con una computadora portátil, lo que le causó hematomas. Ese cargo fue retirado como parte de su acuerdo de culpabilidad.

El denunciante, que filmó los dos hechos y alertó a los padres del adolescente, fue despedido.

Mientras el acusado sollozaba en el tribunal, murmurando “Jesús, Jesús”, el juez le dijo: “No puedo imaginar lo molestas, dolidas y angustiadas que estaban las familias de sus víctimas cuando se enteraron de lo que le había pasado a su ser querido. Entiendo que es un mal día para usted. Puede ser un problema de por vida para ellos”.

Collins afirmó que no es ciudadano, sino un “residente permanente”. No obstante, su declaración de culpabilidad podría resultar en su deportación y podría ser puesto en libertad condicional con las autoridades de inmigración en cualquier momento luego de comenzar su sentencia, indicó el juez.

El hombre, puesto tras las rejas después de la audiencia, enfrenta tres años de cárcel.

La sentencia es demasiado indulgente”, manifestó Ilann Maazel, el abogado del padre. “Es parte de un patrón de aplicación de la ley que no toma en serio el abuso y el abandono de las personas discapacitadas”.

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