Papa Francisco estuvo a punto de morir, afirmó médico que lo trató
Se reveló que hubo un punto crucial en el tratamiento donde se debió decidir entre permitir que el Papa se fuera o intentar todas las opciones
El papa reapareció en público el pasado domingo. Crédito: Andrew Medichini | AP
El Dr. Sergio Alfieri, médico del hospital Gemelli que ha estado al cuidado del Papa Francisco, dio detalles sobre los desafíos enfrentados durante la hospitalización del pontífice, al asegurar que estuvo cerca de morir.
En una entrevista publicada en el diario “Corriere della Sera”, Alfieri reveló que hubo un punto crucial en el tratamiento donde se debió decidir entre permitir que el Papa se fuera o intentar todas las opciones terapéuticas disponibles, a pesar de los altos riesgos involucrados.
Alfieri recordó con emoción el 28 de febrero, cuando el Papa sufrió un episodio grave de broncoespasmo: “Por primera vez vi lágrimas en los ojos de algunas personas a su alrededor. Personas que, según he podido entender durante este periodo de hospitalización, lo quieren sinceramente, como a un padre. Todos sabíamos que la situación había empeorado aún más y que existía el riesgo de que no lo lográramos”.
Asimismo, señaló que después llegó el segundo episodio en el que el papa estuvo a punto de morir: “Estábamos saliendo del momento más duro, mientras el papa comía, vomitó y aspiró. Fue el segundo momento verdaderamente crítico porque en estos casos, si no se rescata con prontitud, existe el riesgo de muerte súbita
Agregó que aparte de complicaciones en los pulmones, que ya eran los órganos más comprometidos, su entorno pensó por un momento que “realmente pensamos que no lo lograríamos”.
La etapa más complicada de la recuperación
La decisión final de continuar con el tratamiento fue tomada por Massimiliano Strappetti, médico personal del Papa, quien insistió en no rendirse: “Inténtalo todo, no te rindas. Eso es lo que todos pensábamos también. Y nadie se rindió”, explicó Alfieri. A pesar del riesgo potencial de dañar otros órganos, se optó por seguir adelante con las terapias hasta que finalmente se observó una mejora en la salud pulmonar del pontífice.
A medida que avanzaba su recuperación, el Papa Francisco demostró un espíritu resiliente y un sentido del humor admirable. Alfieri relató cómo, tras comenzar a sentirse mejor, pidió explorar el área del hospital y socializar con otros pacientes.
“Le entregó el dinero a uno de los colaboradores y ofreció pizza a quienes lo habían ayudado ese día”, recordó. Al regresar a su residencia en Santa Marta, el Papa expresó su alivio diciendo: “Sigo vivo, ¿cuándo nos vamos a casa?”.
Con información de agencia EFE
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