¿Metro de Nueva York de primer mundo? En TikTok lo comparan con el de China y se burlan de sus deficiencias
Videos virales muestran el deterioro del metro neoyorquino frente al avance de China. ¿Qué puede aprender EE.UU. del modelo asiático?

Anarquía y crimen en el Metro de NYC. Crédito: Andrés Correa Guatarasma | Cortesía
La infraestructura del Metro de Nueva York, uno de los sistemas de transporte más antiguos y extensos del mundo, vuelve a estar en el centro del debate público, esta vez impulsado por una serie de videos virales en TikTok que lo comparan desfavorablemente con los modernos sistemas de transporte chino.
Según describe New York Post, las imágenes muestran techos colapsados, ratas merodeando entre rieles y estaciones inundadas, en fuerte contraste con trenes de alta velocidad y estaciones relucientes en ciudades como Shanghái o Shenzhen. La pregunta que resuena entre millones de usuarios: ¿dónde va el dinero de Estados Unidos destinado para mejoras al sistema de transporte público?
Una de las publicaciones más virales fue compartida por el usuario Schbachlq, mostrando una cascada de agua en la estación Jefferson Street de Brooklyn y tuberías reventadas en la calle 34 de Manhattan. Los comentarios no se hicieron esperar: “Esto parece un país en vías de desarrollo”, decían algunos.
El video, que ya supera los 2.5 millones de visualizaciones, compara esas imágenes con escenas de trenes modernos atravesando Wuhan y estaciones futuristas en Shenzhen, sugiriendo una ironía incómoda: EE.UU., con un PIB superior al de China, presenta un sistema de transporte que parece estar décadas atrás.
Radiografía del Metro de Nueva York: un gigante con pies de barro
Déficit financiero estructural
El sistema de transporte de Nueva York, administrado por la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA, por sus siglas en inglés), arrastra un déficit crónico que ronda los $2,500 millones de dólares anuales. Aunque este agujero ha sido parcialmente cubierto con fondos federales hasta 2024, se estima que en 2025 el déficit aumente hasta $3,000 millones, apunta Spectrum News.
Pese a los aumentos tarifarios del 5%, elevando el boleto de $2.75 a $2.90, las finanzas siguen siendo insostenibles. La pandemia de Covid-19 aceleró esta crisis: la reducción del turismo, el trabajo remoto y el cambio de hábitos de movilidad (bicicletas, scooters, autos privados) vaciaron estaciones antes saturadas.
Infraestructura obsoleta y fallas constantes
Diseñado a principios del siglo XX para una población mucho menor, el Metro de Nueva York enfrenta hoy alrededor de 70,000 retrasos mensuales, casi 3 veces más que en 2012. Los problemas van desde incendios y fallos eléctricos hasta descarrilamientos.
La edad promedio de los trenes es de 25 años, pero algunos modelos, como los R46, se acercan a los 50 años de operación. Aunque la MTA ha iniciado la instalación de sistemas modernos de señalización como el Control Basado en Comunicación (CBTC, por sus siglas en inglés), solo el 7% del sistema lo utiliza actualmente.

El modelo chino: eficiencia, tecnología y planificación centralizada
Con 19 líneas y 508 estaciones, el Metro de Shanghái transporta más de 10 millones de pasajeros diarios, alcanzando récords de hasta 13.39 millones. Su crecimiento exponencial comenzó en 1993 y se ha consolidado como uno de los más modernos del mundo.
Uno de sus mayores logros ha sido la integración total del sistema CBTC, desarrollado junto a empresas como Alstom, lo que permite intervalos más cortos entre trenes, mayor seguridad y eficiencia operativa. La línea 2, por ejemplo, permite operar trenes cada 90 segundos en hora pico.
Inversión estatal y planificación a largo plazo
A diferencia de la fragmentación institucional de Nueva York, China basa su éxito en una planificación centralizada y la coordinación entre gobiernos locales y empresas estatales. Esto permite la ejecución rápida de proyectos a gran escala, como la expansión del Metro de Kunming o la electrificación de líneas en Chengdu y Wuhan.
La inversión no solo se enfoca en expansión física, sino también en tecnología de punta: trenes automatizados, energía regenerativa y control satelital del tráfico ferroviario son ya estándar en muchas ciudades chinas.

¿Qué puede aprender Estados Unidos del modelo chino?
1) Priorizar modernización en bloques estratégicos. En lugar de abordar la modernización de manera fragmentada, Nueva York debería focalizar sus esfuerzos en líneas críticas como la Queens Boulevard, con una implementación gradual pero sostenida de sistemas CBTC, replicando el enfoque shanghaíense.
2) Alianzas público-privadas con visión tecnológica. La MTA puede acelerar su modernización mediante alianzas con firmas globales como Alstom o Siemens, permitiendo transferencias tecnológicas y mejoras en la gestión de proyectos, hoy ralentizados por licitaciones burocráticas y falta de financiación.
3) Inversión sostenida en nuevas flotas. Renovar trenes antiguos no solo mejora la experiencia del usuario, sino que reduce costos operativos, consumo energético y fallas mecánicas. Invertir en trenes de alta capacidad y eficiencia sería un paso clave para recuperar competitividad.
El Metro de Nueva York es un símbolo del desarrollo urbano estadounidense, pero hoy enfrenta un punto de inflexión. Sin una estrategia clara de modernización, financiación sostenible y adopción tecnológica, corre el riesgo de convertirse en un sistema inviable para las próximas décadas.
China, por el contrario, ha demostrado que es posible construir redes de transporte modernas, eficientes y accesibles con visión de largo plazo. Los videos virales no son solo una burla en redes sociales, sino un espejo incómodo que revela lo mucho que EE.UU. tiene por mejorar en su infraestructura pública.
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