Plan para apagar plantas de energía de pico contaminantes de NYC enfrenta retrasos por políticas de Trump

El cierre de las centrales de punta son importantes para acabar con el uso de los combustibles fósiles, siempre que se mantenga un servicio eléctrico seguro

En abril se informó que la suspensión de Trump de nuevos permisos para proyectos eólicos marinos y la retirada de fondos federales para iniciativas de energía verde.

En abril se informó que la suspensión de Trump de nuevos permisos para proyectos eólicos marinos y la retirada de fondos federales para iniciativas de energía verde. Crédito: Jenny Kane | AP

Los aranceles y las políticas energéticas del presidente Donald Trump están retrasando el plan de Nueva York de retirar siete plantas de energía en el área de la Gran Manzana, que solo se usa en períodos de alta demanda y emiten una cantidad desproporcionada de contaminación.

La Autoridad de Energía de Nueva York (NYPA) escribió en un informe que la administración republicana había causado gran incertidumbre en el objetivo del estado de abandonar los combustibles fósiles.

El cierre de las centrales de punta para 2030 es importante para lograr acabar con el uso de los combustibles fósiles, siempre que se pueda mantener un servicio eléctrico seguro y no suba la contaminación atmosférica generada por las centrales restantes. No obstante, el informe dice que los retrasos en proyectos de energía renovable, como un gran parque eólico frente a la costa de Long Island, aumenta la posibilidad de que las centrales de punta deban seguir funcionando.

“La nueva administración ha generado nuevas incertidumbres en la seguridad energética y las prioridades de energía limpia de Nueva York”, afirma el informe.

“Las amenazas a las importaciones de energía existentes de Ontario y Quebec, que conforman la mayor bolsa internacional de energía del mundo, eran antes inimaginables, pero hoy son reales. La incertidumbre en las energías renovables y la industria eléctrica continúa aumentando a medida que la administración federal publica múltiples órdenes ejecutivas que podrían afectar la regulación de la electricidad y la forma en que los estados pueden abordar los desafíos del cambio climático dentro de sus fronteras”.

En abril se informó que la suspensión del mandatario de nuevos permisos para proyectos eólicos marinos y la retirada de fondos federales para iniciativas de energía verde estaban empeorando todavía más el alcance de los objetivos climáticos de Nueva York.

La guerra comercial de EE.UU. con China también amenazaba con interrumpir las cadenas de suministro e incrementar drásticamente el costo de materiales clave para abordar el cambio climático, como la energía solar y las turbinas eólicas.

A inicios de esta semana, Estados Unidos y China acordaron pausar los aranceles más duros de la guerra comercial por 90 días.

Por su parte, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, también demando al gobierno de Trump, alegando que la suspensión de la construcción de un gran proyecto eólico marino, llamado Empire 1, estaba dañando el clima y la economía del estado.

Las centrales de pico son instalaciones eléctricas que funcionan en los picos de más demanda (en los días más fríos del invierno o los más calurosos del verano), generalmente menos del 5% del año.

Asimismo, los ambientalistas apuntan estas centrales como ejemplos paradigmáticos de injusticia ambiental, ya que la mayoría están en las comunidades más pobres. El 3 de mayo, los activistas celebraron una “fiesta de jubilación anticipada” para una central de pico en el paseo marítimo de Williamsburg, anticipando el informe de la autoridad energética, informo Gothamist.

El documento indica que se está estudiando la probabilidad de convertir cinco de las siete plantas de energía en instalaciones de almacenamiento de baterías cuando finalmente se retiren.

La autoridad energética de Nueva York señaló que se necesitaba de un análisis más profundo para determinar cuándo se podrían desactivar permanentemente las centrales pico.

De acuerdo con la oficina de la gobernadora Kathy Hochul, el estado ha cerrado plantas de combustibles fósiles equivalentes a 3.2 gigavatios en los últimos cinco años y ha sustituido casi la mitad con energía renovable.

Pero los ambientalistas expresaron su frustración.

“Podrían estar escribiendo sobre cuánta energía renovable necesitan construir y construirán para garantizar la fiabilidad de la red y la reducción de la contaminación atmosférica, pero en lugar de eso, están dando una serie de excusas y gestos”, explicó Michael Paulson, director asociado de Sane Energy Project, que aboga por la transición a las energías renovables.

“No podemos esperar otro año. No podemos esperar otra semana. No tenemos tiempo que perder”.

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