A un mes de la prohibición de celulares en escuelas de NYC, ¿cuál es el balance?
Maestros y familias reportan menos distracciones y más conexión entre alumnos

Alejar a los jóvenes de los teléfonos durante sus clases parece haberle dado un aura distinta a las escuelas. Crédito: Dylan Lovan | Shutterstock
Cuando comenzó el ciclo escolar en Nueva York, muchos docentes temían que la nueva ley estatal que prohíbe el uso de teléfonos celulares provocara resistencia entre los estudiantes. Sin embargo, a un mes de su implementación, el panorama es muy distinto: maestros, padres y alumnos coinciden en que el cambio ha traído calma, atención y más convivencia en las aulas.
De acuerdo a una serie de entrevistas realizadas por el sitio NY Daily News, Melanie Sepúlveda, maestra de inglés en la escuela I.S. 27 Anning S. Prall, en Staten Island, y una de las encuestadas, reconoció que tenía dudas sobre cómo reaccionarían sus estudiantes. En años anteriores, veía a adolescentes grabar videos de TikTok en los pasillos o distraerse en clase mirando la pantalla. Pero este otoño la historia cambió.
Desde que el plantel comenzó a recoger los teléfonos al ingreso de los alumnos, los pasillos se llenaron de conversaciones y actividades fuera de línea. “Tenía mucha preocupación de cómo lo iban a manejar, pero me sorprendió lo bien que se adaptaron”, dijo Sepúlveda. “Ahora los veo hablando, riendo, haciendo cosas juntos. Es otro ambiente”.
Una de sus alumnas incluso llevó un set de LEGO de SpongeBob para usar durante el recreo, y el grupo terminó más concentrado en armarlo y conversar que en mirar una pantalla.
Una ley que cambió la rutina escolar
La normativa, impulsada por la gobernadora Kathy Hochul y vigente desde este otoño en todos los distritos y escuelas chárter del estado, busca frenar los efectos negativos del uso excesivo del celular en los jóvenes. Los expertos en salud mental y educación llevan años advirtiendo que los dispositivos afectan la concentración, el rendimiento académico y las habilidades sociales.
En muchas escuelas públicas de la ciudad, la aplicación del veto ha sido sorprendentemente fluida. Aunque algunos estudiantes han intentado burlar la regla o pedir excepciones, el consenso general es positivo. “Ha sido un reseteo cultural”, dijo una madre de Queens. “Ya no se habla de redes sociales todo el tiempo; los chicos están presentes”.
La canciller escolar de la ciudad, Melissa Aviles-Ramos, aseguró en un comunicado que la medida ha favorecido tanto el aprendizaje como la convivencia. “Estamos viendo cómo los estudiantes se reconectan entre sí a través de conversaciones, juegos y bailes en el almuerzo. La diferencia en el ambiente escolar es notable”, afirmó.

La experiencia en los 5 condados
En Queens, Christian, un estudiante de séptimo grado de la escuela P.S./I.S. 78, contó que el cambio no ha sido tan difícil. Su escuela utiliza fundas de velcro para guardar los celulares durante el día. “Antes podías escribirle a tus amigos, pero en persona se siente distinto. Puedes ver sus expresiones, reírte más”, comentó.
Su madre, Whitney Toussaint, dijo sentirse aliviada: “No me imagino ser maestra y tener que competir con un smartphone. Los chicos vienen a aprender, no a textear o jugar”.
En Brooklyn, la Edward R. Murrow High School, con más de 3,500 estudiantes, adoptó fundas “PhonX3” que bloquean la señal. El profesor Terrain Reeves, de inglés y comunicación, explicó que la existencia de una ley ha hecho toda la diferencia. “Ya no somos los ‘enemigos’ que quieren quitarles el teléfono. Es una norma estatal y ellos lo entienden así”, dijo.
Aunque algunos jóvenes intentan justificarse, como el estudiante que alegó necesitar su celular para manejar su negocio en línea, Reeves asegura que la mayoría cumple sin mayores conflictos. “Solo basta una mirada para que guarden el teléfono. Siguen siendo adolescentes, claro, pero el respeto a la norma está ahí”.
Padres sorprendidos por la transición
María Hantzopoulos, madre de 2 adolescentes en escuelas secundarias de Queens y exdocente, confesó que al principio era escéptica. “Pensé que iba a ser un caos, que los chicos se resistirían. Pero ha sido todo lo contrario”, dijo.
Después de la pandemia, cuando sus hijos dependían de las pantallas para estudiar, la madre valora esta “desintoxicación digital”. En el almuerzo, los estudiantes juegan UNO, y su hijo llegó a casa con 10 números de teléfono anotados en el brazo, porque no podía agregarlos directamente en su dispositivo. “Ni siquiera se quejan ya. Lo aceptaron. Es un no tema”, señaló.
Un cambio tangible dentro y fuera del aula
En Manhattan, la School of the Future ya había ensayado la política con grados inferiores antes de que la ley entrara en vigor. Ahora, todos los estudiantes guardan sus teléfonos en fundas Yondr, que permanecen selladas hasta el final de la jornada.
El profesor de historia Jeremy Copeland dice que ha recuperado la atención de sus alumnos. “Puedo enseñar de verdad, sin competir con una pantalla. Antes sentía que era más vigilante que educador”, explicó.
La ausencia de teléfonos también ha impulsado nuevas formas de socializar: desde un renovado interés por las cámaras digitales hasta la creación de clubes estudiantiles, incluido uno de deletreo. “Durante los recreos se escucha un murmullo de conversaciones. Puede ser ruidoso, pero prefiero eso mil veces antes que 15 chicos mirando sus celulares en silencio”, dijo Copeland.
Un primer mes que marca tendencia
A medida que avanza el año escolar, el balance inicial del veto a los celulares en las escuelas de Nueva York es alentador. Los maestros reportan clases más participativas, los padres observan hijos más comunicativos y los estudiantes comienzan a redescubrir lo que significa hablar cara a cara.
Lo que muchos temían como una imposición difícil parece haberse convertido en una oportunidad para reconstruir la vida escolar sin el constante zumbido de las notificaciones. Si algo ha quedado claro en este primer mes, es que la desconexión digital también puede ser una lección valiosa.
Sigue leyendo:
* Al pizarrón programas extracurriculares de las escuelas de Nueva York
* Escuelas públicas de Nueva York agregan 3 nuevos días festivos en el ciclo 2025-2026
* Prohibición de uso de teléfonos inteligentes en las escuelas de Nueva York tendrá sus excepciones