Nuevo hospital público abre en El Barrio en octubre
El hospital Henry J. Carter viene a ocupar el espacio que dejó el extinto North Central
NUEVA YORK — La bailarina dominicana María Witherspoon, de 74 años, quedó tetrapléjica en 1981. Pese a su condición, dijo que se siente feliz porque en los 32 años que lleva paralítica ha contado con personal especializado y compasivo que la atiende en el hospital y hospicio HHC Coler-Goldwater, localizado en la isla Roosevelt, en Nueva York.
Dicha institución va a cerrar en octubre. La mujer y otros cientos de pacientes en su condición serán trasferidos al nuevo hospital que abrió sus puertas en East Harlem, el Henry J. Carter Specialty Hospital and Nursing Facility, localizado en el 1752 de la Avenida Park.
“Estamos un poco tristes por el cierre del Goldwater, pero lo importante es que nos consigan un lugar donde nos atiendan bien”, manifestó la paciente.
Alan D. Avilés, presidente de la Corporación de Hospitales y Salud de la Ciudad de Nueva York, HHC, dijo que el nuevo centro de $285 millones y 400 mil pies cuadrados va a proveer dos tipos de servicios de salud: cuidado agudo a largo plazo para pacientes con condiciones crónicas, y servicio de enfermeras a los residentes que requieran rehabilitación y otras atenciones terapéuticas que no se pueden ofrecer en sus viviendas.
El Henry J. Carter ocupará el espacio que dejó el cerrado hospital North Central, y, según explicó Avilés, a partir de octubre, contará con 201 camas para pacientes con necesidades a largo plazo y cerca de 164 camas para admitidos que necesiten cuidados de enfermería especializada.
“Serviremos a pacientes de Goldwater, a pacientes de la comunidad y de la ciudad que lo necesiten”, precisó Avilés. “Como formamos parte del sistema público, las personas que no tengan seguro de salud también serán atendidas aquí”, señaló.
De las 300 enfermeras, un 10% son hispanas, y entre ellas está Jenny Rosario, quien será la representante de los pacientes.
“Mi papel será canalizar quejas de los pacientes y darles información sobre servicios y tratamientos”, dijo Rosario, quien tiene 10 años de experiencia en su campo.
Stanlee Richards, jefa de estas profesionales, dijo que la apertura viene a llenar un vacío “porque en la comunidad hay mucha falta de servicio prolongado de salud”. Por primera vez el HHC nombra un hospital en honor a una persona viva, quien fue el fundador de la organización Wheelchair Charities, honrado por sus 40 años de respaldo a los neoyorquinos discapacitados y por su donación de más de $25 millones a la corporación. “Me siento complacido con este nuevo hospital, porque será bueno para la comunidad y para las personas que lo necesiten”, expresó Carter.
Otra que será paciente del nuevo centro de salud es Betzaida Rodríguez, quien lleva 10 años en silla de ruedas debido a un accidente automovilístico.”En el Goldwater nosotros tenemos un buen servicio y un programa de entretenimiento, como dominó y bingo, y esperamos que en el nuevo hospital los servicios sean iguales”, sostuvo Rodríguez.
Para tranquilidad del portavoz, el nuevo hospital tendrá programas interactivos que promuevan un ambiente familiar.
Entre los que fueron nombrados, se incluyen computadoras con acceso a internet y equipos de asistencia, clases de arte, jardinería, música, cocina, fotografía así como una estación de radio operada por los pacientes.