La secuela de ‘Captain America’ no decepciona

'Captain America: The Winter Soldier' termina sorprendiendo por su guión inteligente, que la convierte en uno de los mejores filmes de Marvel.

Chris Evans mucho más cómodo en el papel de Steve Rogers.

Chris Evans mucho más cómodo en el papel de Steve Rogers. Crédito: Marvel

No era difícil mejorar Captain America: The First Avenger (2011). Su director, Joe Johnston es conocido por su falta de garra y nervio visual.

Títulos como The Rocketeer, Jurassic Park III o The Wolfman, en manos de cineastas con personalidad, hubieran podido terminar siendo espectáculos de primera categoría. En las de Johnston… terminaron siendo tediosos fracasos de puesta en escena.

Para la continuación de The First Avenger, Captain America: The Winter Soldier —que se estrenó anoche y llegó a medio mundo hace una semana—, sus responsables contaron con varias ventajas:

Una historia alejada de los orígenes del personaje, éste ya establecido no sólo en aquélla cinta, sino también en The Avengers.

Un Chris Evans mucho más cómodo en el papel de Steve Rogers, alias Captain America.

• Un guión que vive de referencias al “thriller” político de los años 70 y al cine de acción “realista” de los 80… y no al convencional desarrollo de acciones heroicas en las que se abusan de efectos visuales.

Un reparto de secundarios impecables, en el que emerge vencedor Robert Redford en el papel de uno de los dirigentes de S.H.I.E.L.D., la agencia que engloba los planes de acción de los súper héroes.

• Y, especialmente, la selección de Anthony y Joe Russo como realizadores.

Ambos provienen del mundo de la pequeña pantalla y la comedia (Arrested Development y Community), por lo que resulta en cierta forma sorprendente que conviertan a Captain America: The Winter Soldier en una de las propuestas más logradas del mundo cinematográfico de Marvel.

La historia lleva a Steve Rogers (Chris Evans) a una situación crítica en la que parece que es imposible confiar en nadie, ni siquiera en sus contactos en S.H.I.E.L.D., entre ellos Nick Fury (Samuel L. Jackson) y Alexander Pierce (Robert Redford). Acompañado por Natasha Romanoff, alias Black Widow (Scarlett Johansson), terminará enfrentándose a un rival sin parangón, Winter Soldier (Sebastian Stan), que surge de las mismas entrañas del mundo que transformó a Rogers en el héroe que es.

Por supuesto, las cintas de Marvel deben seguir ciertas reglas básicas, al fin y al cabo, se trata de cine de súper héroes (como los cameos sorpresa, los enlaces con futuras entregas y la inevitable batalla final).

Pero en The Winter Soldier hay mucho más que eso (lo que es de agradecer, después de la decepción que supuso la aburridísima Thor: The Dark World).

Se dibuja un mundo de políticas contradictorias y perturbadoras; se teje una tela de corrupción y decepción; y emerge una aura de añoranza por una época donde la verdad y la confianza primaban por encima de la falsedad y la traición.

De este modo, el filme va más allá de un mero espectáculo entretenido para inyectar inteligencia y pasión a la nueva aventura de un héroe que por fin ha encontrado su justo lugar en la gran pantalla.

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