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Romeo Santos y otros placeres culpables

¿Quién no tiene un guilty pleasure?

Físicamente, Romeo Santos no es bello. No digamos que tiene una voz excepcional ni que es un hombre que ganaría Dancing with the Stars, porque derechamente, el baile no es lo suyo. ¿Qué es lo que tiene este neoyorquino que vuelve loca a las mujeres? I don’t have clue. Es el paquete completo.

¿Qué es realmente un guilty pleasure? Es una frase muy usada para referirnos hacia algo que nos gusta pero que nos da un poco de vergüenza reconocer que es así. Puede ser en comida, en gustos musicales, en programas de televisión, en tipos de hombres… La lista es interminable y, de seguro, todos tienen uno en cada una de las categorías. Romeo Santos, en este caso, representa uno doble: estilo musical y tipo de hombre.

Amo la bachata así que, por efecto, me gusta como cantante. Aunque se rían, sus letras contadas como telenovelas, las encuentro de lo más románticas. Creo que él refleja lo que muchas mujeres buscan en un hombre: uno que muera de amor y que no logra concebir la vida sin nosotras. Ok, sé que eso no existe, gracias Disney por meternos en la cabeza la existencia del Príncipe Azul.

Este tema es recurrente en las conversaciones con mis amigas. Yo me sé la mayoría de sus guilty pleasure que han querido revelar: una ama con locura el reality de Kim Kardashian. Otra está obsesionada con las novelas mexicanas y venezolanas y pasa horas y horas viendo en Youtube adelantando capítulos. Una tercera tiene todo un reportorio de cumbia villera argentina. Como dice el dicho, de gustos y colores, no han escrito los autores.

Que no te de vergüenza y cuéntanos tu guilty pleasure.

Nota del Editor: Su guilty pleasure no es nada más ni nada menos que el gran Marc Anthony. We love latino music!

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