Qué significa para el mundo el triunfo de la izquierda en Grecia
Euro cae a niveles más bajos tras el triunfo de Alexis Tsipras
Syriza, el partido de izquierda que ganó este fin de semana las elecciones generales en Grecia, llevó adelante su campaña bajo la promesa de renegociar la enorme deuda que tiene el país con sus acreedores.
Y esa victoria liderada por Alexis Tsipras -y afianzada por la coalición antiausteridad lograda con la derecha nacionalista de ANEL, apenas horas después de los comicios- ya retumbó en los mercados internacionales, especialmente en su aspecto más crítico: la eurozona y el valor del euro.
Este lunes se conoció además que la moneda común europea alcanzó sus niveles más bajos frente al dólar en 11 años, después de que abrieron los mercados en Asia.
Mientras tanto, el partido Nueva Democracia -del conservador Antonis Samaras y que estuvo al frente de la restructuración de la economía griega bajo los estándares del Banco Central Europeo en los últimos seis años- se convertirá en la principal fuerza opositora de Syriza.
En BBC Mundo queremos responder algunas preguntas sobre qué significa la victoria de Syriza y cómo se ve el futuro de Grecia en el panorama europeo.
Desde fuera de Grecia puede verse un poco extraño que los votantes hayan rechazado las políticas de la coalición conservadora liderada por el partido Nueva Democracia en el preciso momento en que el país parece estar resurgiendo después de seis años de profunda recesión.
Pero los griegos han sido golpeados por recortes en las pensiones y la asistencia social y la aparente luz al final del túnel está más lejos de lo que se esperaba en la actual realidad económica.ç
La tasa de desempleo todavía sobrevuela el 25,5%, especialmente entre jóvenes entre los 25 y los 35 años –donde la cifra alcanza el 50%- y el reciente aumento de los impuestos de emergencia, la mayoría sobre la propiedad, ha golpeado con fuerza a la clase media.
Por esa razón el lema de Syriza, “La esperanza viene en camino”, hizo tanta mella en el electorado, que encontró en esas palabras una respuesta a los males que han sufrido en los últimos años.
Palabras que fueron reafirmadas en el discurso de victoria de Tsipras: “La esperanza ha hecho historia”.
El partido de la izquierda radical ha galvanizado la sensación de ira y alienación que han albergado muchos griegos contra las políticas de austeridad del gobierno y contra la troika, el cuerpo que renegoció la deuda que carga el país y que se rige por la Comisión Europea, el Banco Central y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
De hecho uno de sus puntos clave es aumentar el salario mínimo de US$651 a US$843.
Pero además quiere una “conferencia europea sobre la deuda” para crear un camino de reembolso sostenible sobre lo que aún falta por pagar.
El principal riesgo que tiene el liderazgo de Tsipras es un choque directo con los acreedores internacionales.
Estos han sido muy claros respecto a que no habrá posibilidades de una condonación de la deuda, aunque no descartaron la opción de dar un margen de maniobra para la reestructuración de la misma.
A pesar de que Tsipras ha insistido en que Grecia debe continuar en la eurozona y que ha hecho votos para encontrar junto a los otros líderes europeos una “solución justa y que beneficie a todos”, su discurso de victoria no da margen para la interpretación.
El mandato de los griegos ha sido “poner la troika en el pasado (…) y que el círculo vicioso de la austeridad se dé por terminado”, dijo.
Entonces, ¿dónde quedan parados los acreedores internacionales?
Incluso antes del resultado, el presidente la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, les advirtió a los votantes que no entregaran “un mal resultado”.
No es muy claro el futuro de Grecia en la eurozona, aunque la canciller alemana, Ángela Merkel, dijo que quiere que el país permanezca como “parte de nuestra historia”.
Los ministros de Finanzas y Economía del bloque económico se reunieron el martes y el delegado belga Johan Van Overtveldt afirmó que la restructuración de la economía puede discutirse pero Grecia debe respetar las reglas monetarias de la Unión.
El presidente del Banco Central de Alemania, Jens Weidmann, dijo que espera que el nuevo gobierno “no ponga en duda lo que se espera y lo que se ha logrado hasta ahora”.
Los mercados no han recibido de buen grado los resultados electorales, pese a que habían sido ampliamente anticipados.
Sin embargo, el Banco Central Europeo ya descartó la amenaza de contagio que existía en las elecciones griegas de 2012, cuando se temía que un default o cesación de pagos en Grecia se expandiera a España e Italia.
Y ha ido más lejos en los últimos días cuando anunció un programa de compra de bonos gubernamentales cercano a los US$67.000 millones por mes, que podrían escudar a otras economías en la región.
Analistas del mercado creen que la propuesta que llegará de Syriza es una pausa de seis meses en el programa de renegociación.
Pero todavía queda una pregunta: ¿cómo hará Syriza para manejar sus obligaciones de pago cercanas a los US$4.000 millones en los próximos dos meses y los más de US$6.600 millones en bonos gubernamentales que se vencerán al final del verano?.
El primer ministro británico David Cameron dijo que la victoria de Syriza, “incrementará la incertidumbre económica sobre Europa”, pero que el cambio en Grecia podría tener inclusive mayores ramificaciones en los países de la unión donde los partidos antisistema están en crecimiento.
Actualmente, en España el partido Podemos lidera algunas de las encuestas de opinión con un discurso similar de antiausteridad, mientras que el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, mira con cautela el éxito de Syriza en Grecia de cara a las elecciones generales a finales de año.
En Reino Unido, el partido de derecha antiinmigración UKIP, que lidera Nigel Farage, puede resultar beneficiado al igual que Alternativa por Alemania, que se opone a la eurozona.
Otro grupo político que celebró la victoria de Syriza fue el alemán de izquierda Die Linke, que desde el año pasado lidera una coalición en el estado de Turingia, en el este de Alemania.