Prigioni, suplente de oro que despreciaron los Knicks
El armador argentino, de 38 años, es uno de cuatro latinos que aún quedan en juego
Hace apenas una semana parecía que se acababa el sueño de Houston Rockets y el de Pablo Prigioni. Con una diferencia de 1-3, la semifinal de la Conferencia del Oeste parecía que iba a quedar en las manos de Clippers, pero sucedió el milagro y todavía los Rockets se restregan los ojos y Pablo Prigioni vivió, sin dudas, uno de los cumpleaños que más va a recordar en su vida.
Un sueño que para un veterano, de 38 años, se queda entre las grandes cosas. “Esto es una locura… Viste lo que ha pasado desde febrero cuando llegué a este equipo”, dijo a la televisión argentina.
El 19 de febrero Prigioni fue notificado que quedaba fuera de los Knicks, que cumplían la peor campaña de su historia, pero la buena noticia fue que viajaba al Oeste para ser parte del equipo de “Supermán” Dwight Howard.
Lo demás es el presente, y la noche del domingo lograron lo que parecía una utopía: accedieron a la final de la Conferencia después de vencer a los Clippers, en el séptimo juego, por 113-100.
Tremendo regalo
Habría más porque el destino tenía este regalo para Prigioni que en el día de su cumpleaños se convirtió en el quinto argentino en jugar una final de Conferencia. Además de Ginóbili, antes lo habían hecho Oberto (en 2007 con los Spurs), Carlos Delfino (en 2007 con Detroit) y Luis Scola (en 2014 con Indiana).
Los Rockets dieron vuelta a la serie, como apenas otros ocho equipos en toda la historia de los playoffs. En el séptimo choque ganaron con claridad, pero el momento clave se vivió en el sexto juego, en Los Angeles, luego de levantar una diferencia de 19 puntos, a 14 minutos del final.
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Prigioni fue un hombre importante dentro de su función de jugador de rol. Incluso, Magic Johnson, en su cuenta de Twitter (@MagicJohnson), destacó la labor del base cordobés que marcó 4 puntos, dio 4 asistencias y 3 robos, en 20 minutos.
La figura de la noche en el quinteto ganador resultó el escolta James Harden, con 31 tantos, 8 asistencias, 7 rebotes y 3 robos. También fue importante la tarea de Dwight Howard, con 16 unidades y 15 rebotes. Ahora, en el camino de Prigioni y los Rockets, aparece el equipo sensación y líder de la etapa regular: Golden State Warriors.
Pero la alegría parece valer doble para este base de la selección argentina que llegó a pensar que su carrera había terminado. De apenas tener acción en la Gran Manzana pasó a jugar 20 minutos en el séptimo juego de la semifinal. “Y sí… si pensé que pegaba la vuelta y me volvía a Buenos Aires, pero mirá que grande, las revanchas que da el deporte”, agregó.