Perú nunca gana nada en fútbol

Jamás he visto a Perú en un Mundial. Poquito más de 30 años en este mundo, veintipico como obsesionado enamorado del fútbol, y nunca vi a mi equipo en la fiesta más grande del deporte.

De hecho, nunca tuve la suerte de disfrutar en vivo una victoria importante, como las glorias en blanco y negro que nos recuerda a veces la prensa o algún compatriota más antiguo.

Sufro. Mi hígado sufre.

Pero cómo será de curioso el amor que incluso con semejante racha de fracasos todavía sigo a mi selección.

Soy un huevón, lo sé. Todos los hinchas de verdad lo somos.

Y lo que también somos, como aficionados fieles, es testigos con conocimiento de los males que nos aquejan.

A continuación las 11 razones más importantes por las que esa preciosa camiseta blanquirroja ha sido un pañuelo de lágrimas para millones de peruanos.

1. Las parrandas: Hace unos días Marcelo Salas declare: “Pizarro, Guerrero, Farfán son jugadores muy potentes y si están en una noche prendidos, en la cancha, porque afuera no hablemos”. El Matador sabe, así como muchos de nosotros, que al jugador peruano le cuesta ser disciplinado, como demuestran varios escándalos con alcohol y mujeres que han distraído a las últimas generaciones de jugadores.

2. El bajo nivel de la liga: Los clubes están endeudados. Pobres. Ni luz ni agua, ni mucho menos sueldos a tiempo pueden pagar la gran mayoría de clubes en Primera. La informalidad es pan de todos los días. A veces no saben dónde entrenarán o cómo llegarán al partido. Believe it or not.

3. No hay cracks: Pizarro, excapitán y supuesto exmejor jugador, jamás rindió en la selección. Incluso la abandonó. Hizo 19 goles en más de 80 partidos. Los únicos que brillan afuera hoy son Guerrero y Farfán, pero ellos no pueden solos.

4. Falta de orgullo y amor propio: Algo que pueden aprender de un equipo como EEUU es no dejar de luchar hasta que el árbitro pite. Innumerables goles en el último minuto lo corroboran. En un partido clave de local en las últimas eliminatorias contra Paraguay, un colectivo que jugó pésimo en la clasificación a Brasil 2014, un balón iba a salir por la banda. Paolo Guerrero y un paraguayo iban por él. A unos metros de la pelota, Guerrero deja de correr, pensado que ya estaba afuera. El paraguayo corrió con fe y logró recuperar la pelota en la línea. Si no la quieres de verdad, no la tienes. Ese partido acabó 1-0 a favor del visitante.

5. Se achican en partidos importantes: Dejando de lado el engañoso tercer lugar de la última Copa América, a Perú le ha costado rendir en juegos clave. La última vez que estuvo a punto de clasificar a un Mundial solamente tenían que sacar un punto en Santiago. Perdieron 4-0 y la hinchada roja se los comió.

6. De tal palo, tal astilla: Así como hay las cabezas de la FIFA actualmente no gozan de la mejor reputación, los directivos y, más específicamente, el presidente de la Federación Peruana, son repudiados por la población porque están obstinados a quedarse en un puesto donde nadie los quiere y donde nunca cosecharon victorias. El presidente Manuel Burga es elegido democráticamente, pero eso no significa nada. Blatter también lo fue.

7. No hay suficientes jugadores en ligas de primer nivel: Y los que hay no son titulares en sus equipos, en su gran mayoría.

8. Mucho tiki-taka y nada de gol: Claro, todo mundo habla del bonito juego de los peruanos. ¡Qué bien tocan el balón! Pero, ¿de qué sirve si nunca metes la pelotita al arco? Para rematarla, las defensas han sido atroces.

9. No hay compromiso con la selección: Lesiones raras de último momento ya no son sorpresa. Las juergas tampoco. ¿Concentrados? Ni que fuéramos jugo de naranja, piensan los jugadores.

10. No es fácil clasificar en la Conmebol: Es la zona más competitiva en el mundo. No es excusa pero es la realidad. No es lo mismo que jugar eliminatorias en Concacaf. Las eliminatorias sudamericanas, como dijo Markarián, es la competencia más cruel y luchada en el fútbol.

11. Laura Bozzo es el técnico de la selección: ¿O es Iggy Pop? Just kidding!