Editorial: La reunión sobre el cambio climático

Es urgente frenar en Paris el aumento global de la temperatura para evitar consecuencias desastrosas

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Crédito: Getty

La reunión cumbre de Naciones Unidas sobre el cambio de clima, COP21, que se inicia hoy en París tiene el fin de lograr un compromiso mundial para impedir una futura catástrofe, que la temperatura no suba 2 grados centígrados, controlando la emisión de gases contaminantes que crean el fenómeno invernadero.

Los representantes de 190 países estarán dos semanas analizando la situación, 170 naciones presentarán sus planes para evitar este tipo de contaminación que amenaza el futuro de la humanidad. Se estima que si las economías globales continúan como ahora la explotación de recursos carboníferos y aumenta la emisión de dióxido de carbono, para el año 2100 la temperatura global promedio se elevará por lo menos 4 grados centígrados y el nivel del mar crecerá un metro con consecuencias terribles para las poblaciones más pobres.

Han pasado más de 20 años desde la primera gran reunión internacional sobre este este tema. Desde entonces hasta hoy los desastres climáticos se han multiplicado, estimándose que el promedio anual de 335 desastres climatológico se han duplicado en los pasado 10 años que en el periodo 1985-95.

El presidente Obama es uno de los principales entusiastas en la reducción de gases contaminantes. Este tema ha estado entre los principales temas en la agenda en sus reuniones con otros mandatarios. Una de las meta de Obama es convencer al mundo que Estados Unidos puede cumplir con sus metas de reducción de gases establecidas mediante decisiones ejecutivas.

El problema no es la falta de credibilidad del mandatario, sino de un Congreso republicano que sigue cuestionando el lado científico de la influencia de la actividad humana en el cambio de clima, a pesar de la evidencia avasalladora. Y que considera que la reducción de gases contaminantes perjudica a la economía. Los legisladores de la oposición han dicho que ellos no ratificarán el “tratado” que se firme, con el fin de debilitar la posición de Obama.

Es penoso que nuestro país sea incapaz de tener un frente común ante una amenaza global de este tipo. Son cuestiones de la política. Pero esto no debe impedir que los participantes de la reunión puedan hallar un compromiso para proteger a las futuras generaciones de los peligros que hoy estamos creando.

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