Aunque lo niegue, Anderson Silva tiene mucho que probar
“La Araña” debe lavar su honor y arrancar de raíz la duda sembrada por su rival
Aunque sus carreras en el UFC arrancaron en 2006, tuvieron que pasar 10 años para que finalmente el ex campeón de peso medio Anderson Silva y el británico Michael Bisping crucen sus caminos en el octágono en la función de este sábado del UFC Fight Night 84 en Londres.
Sus mejores años quedaron atrás, pero el nombre del brasileño aún conserva el peso como uno de los competidores más grandes en la historia de las artes marciales mixtas, a pesar de haber peleado sólo una vez en los dos últimos años debido a la espantosa fractura que sufrió en la pierna, primero, y después por la suspensión tras dar positivo por sustancias prohibidas.
“Anderson Silva era el tipo que todos admiraban, inmensamente glorioso… y luego apareció el tipo que fue un fraude todo este tiempo”, dijo Bisping a Los Angeles Times, lanzando el primer golpe y calentando la pelea antes de subir al octágono.
Bisping (28-7) fue más allá e insinuó que no cree que esa fue la única vez que Silva (34-6) utilizó sustancias prohibidas, a lo que “La Araña” respondió muy molesto resaltando que nunca necesitó de esteroides para pelear.
“No tengo nada que probar a nadie”, dijo Silva al LA Times. “Solo voy a salir y darle una paliza a Bisping”.
En lo primero se equivoca, lo segundo ya veremos.