Verano: la felicidad que trae la naturaleza

Verano suena a sol, cielo azul, paseos y vacaciones. Yo al menos lo primero que pienso es en salir a alguna playa y pasar al menos un fin de semana bajo el sol generoso de verano.

Vale la pena que hagas un espacio en tus actividades de verano y contactes con la naturaleza. No tiene que ser una gran producción: un parque, un viaje corto, una escapada es suficiente para compartir con esa gran energía que es la vida.

Estas ideas te ayudarán a conectar con la Tierra y sentirte mejor, integrada a este organismo vivo que es la naturaleza.

• Escucha el correr del agua: en el mar, en una fuente, en un río. El fluir del agua te contacta con el flujo de la vida y es siempre relajante.
• Abraza un árbol: tan sencillo y tan profundo como eso. Abrázalo y piensa en los años que ese árbol ha estado ahí, toooodo lo que ha visto. Y claro, no pierdas la oportunidad de contarle un secreto.
• Explora: deja que la curiosidad de tu niña interior salga a flote. Camina por el parque o por un bosque y detente a observar lo que sea que despierte tu curiosidad. Hazte preguntas, no importa lo básicas que puedan parecer: contactarás con tu inocencia primaria.
• Escucha los pájaros: estamos tan acostumbradas a los ruidos de la ciudad que pocas veces atendemos a esas aves que deambulan por ahí. Pon atención y te sorprenderás.
• Duerme en el césped: tira una toalla o un mat y date un break. Es una experiencia refrescante y reparadora. Si puedes, hazlo directamente en el césped, sin miedo a los insectos, c’mon!
• Levanta los brazos hacia el cielo: Respira profundamente con los brazos en alto y trata de contactar con la inmensidad del cielo y la claridad del verano. Aprovecha y entrega tu estrés y tus preocupaciones a ese cielo inmenso e inalcanzable.
• Haz yoga frente al mar o en un parque: nada como hacer yoga en contacto con la naturaleza. Si no lo has intentado, te sorprenderá el efecto de cambiar un techo y 4 paredes por el aire, el cielo y la tierra. Charming!