La anorexia no tiene edad

El envejecimiento cambia el apetito, pero hay que estar alerta cuando pone en riesgo la salud

Es bien sabido que el proceso de envejecimiento trae cambios físicos y emocionales, pero son pocos los que saben que, por lo regular, también se presentan cambios en el apetito y en los hábitos alimenticios que pueden poner en peligro la salud de las personas.

Por lo que si la abuela empezó a comer muy poco, se queja de sentirse llena con tan solo unas cuantas cucharadas de arroz y a adelgazado mucho, ¡a ponerle atención! Particularmente, durante el trascurso de este mes dedicado al envejecimiento saludable.

Factores del pobre apetito

“Los adultos mayores comúnmente comen menos que cuando eran más jóvenes debido a la disminución de la actividad física y la tasa metabólica en reposo”, dice el Dr. Edward Domurat, endocrinólogo vinculado a Kaiser Permanente South Bay Medical Center in Harbor City, California.

La edad en la que se manifiesta este cambio es diferente en cada persona y depende de la causa, ahonda el galeno, alertando que una pérdida de apetito en las personas que viven los años dorados “puede ocurrir a cualquier edad”.

Además de la disminución de la actividad física y la tasa metabólica de reposo, el endocrinólogo enumera  otras causas que pueden contribuir en la disminución del apetito en las personas mayores, tales como:

  • La depresión o la soledad
  • Deterioro en el sentido del gusto y el olfato, lo que hace que los alimentos sean menos atractivos
  •  La mala salud dental o prótesis dentales mal ajustadas
  •  Deshidratación
  • Efectos secundarios de los medicamentos
  • Condiciones de salud

La señal de alerta

Y si bien es cierto que los cambios en el apetito pueden ser una parte normal del proceso del envejecimiento por los factores anteriores , el Dr. Domurat recalca que es importante consultar a un médico para asegurarse que “la causa no es una condición grave de salud” o esté relacionada con el incremento de la producción de una hormona llamada Peptide YY (péptido YY), que se produce en el intestino delgado y le indica al organismo cuando ya se esté lleno después de comer.

El determinar si esto último es la causa de la carencia de apetito en el anciano es importante, ya que un grupo de investigadores de la Universidad Plymouth (PU, en el Reino Unido) encontraron recientemente una relación directa de los altos indices de esta hormona con la “anorexia del envejecimiento”, que a  menudo experimentan las personas de edad avanzada y en particular las del sexo femenino.

Se estima que entre el 15% al 20% de las personas de edad avanzada padece de este tipo de anorexia, que consiste en la pérdida involuntaria de peso a causa de la pérdida del apetito.

“La investigación sugiere que un aumento o disminución de la péptido YY pueden afectar el apetito y, a su vez, la salud”, resalta el Dr. Domurat, quien ha estado al atento del mencionado estudio, que se publicó el pasado agosto en la revista Apetito y fue liderado por Mary Hickson, profesora en dietética en la Escuela de Profesionales de la Salud de la PU.

“Por ejemplo, en los pacientes obesos se ha observado que los niveles de la péptido YY son bajos y esto puede contribuir al incremento de peso”, detalla el galeno. “Y cuando sus concentración son altas, esto se ha asociado con enfermedades en las que hay dramática pérdida de peso, tales como la anorexia nerviosa, la enfermedad celíaca, la enfermedad inflamatoria del intestino [conocida como la enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa] y algunos tipos de cánceres”.

Otras investigaciones sugieren que “los adultos mayores de 80 años —o más— pueden producir exceso de la péptido YY, lo que lleva a una reducción del apetito y la ingesta de alimentos”, denota el endocrinólogo, mientras que otros estudios dicen que “los adultos mayores de 75 años pueden no responder a las hormonas reguladoras el hambre, como lo son la grelina y colecistoquinina, de la misma manera que los adultos más jóvenes”.

Es por estas sugerencias tan específicas, que relacionan la “anorexia del envejecimiento” con los altos incrementos de la péptido YY (y otros trastornos alimenticios) entre los ancianos, es que el Dr. Domurat recalca:  “es importante que la persona de edad avanzada que está adelgazando demasiado o haya manifestado cambios bruscos en su apetito sea evaluada por un médico para identificar las causas potenciales que podrían estar causando su extremada delgadez”.

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