Llegar a viejo sin una pensión: “La pesadilla americana”
Miles de indocumentados no logran recibir beneficios de retiro a pesar de pagar impuestos y quedan desprotegidos durante su vejez aquí y en sus países
Guillermo Vargas tiene 51 años, pero desde ya siente que su vejez va a ser muy dura. Aunque lleva 18 años pagando impuestos sagradamente, desde que llegó a trabajar a Nueva York procedente de Medellín, Colombia, por ser indocumentado no recibirá en Estados Unidos ninguna pensión ni beneficios de salud cuando cumpla los 65 años, la edad de jubilación. Eso no lo deja dormir tranquilo, menos bajo el actual gobierno de Donald Trump, que ha prometido deportar a quienes no tienen papeles.
“Yo me he sentado a hablar de este tema con mi esposa, que está en la misma situación que yo, y llegamos a la conclusión de que vamos a tener una vejez muy dura, porque ni para ahorrar nos ha alcanzado”, confesó el inmigrante, quien trabaja en el día como encargado de un edificio en Astoria y de noche tiene un empleo de medio tiempo.
“Yo siempre pagué mis ‘taxes’ pensando que algún día iba a poder legalizarme y conseguir una pensión, así fuera pequeña, ese era para mí el sueño americano. Pero ahora llega este señor (Trump) y dice que nos quiere sacar, y así ya viejo, ¿cómo llego a Colombia?… sin nada. Ni pensión aquí ni pensión allá. Me da miedo terminar en la calle o durmiendo debajo de un puente”, comentó Vargas, un poco arrepentido de haber cumplido su responsabilidad como contribuyente.
“Si hubiera sabido en la condición que iba a estar en este momento, mejor hubiera ahorrado en una cuenta personal ese dinero, pero quise hacer las cosas al derecho y desde que llegué saqué mi ITIN (número para pagar impuestos para quienes no tienen Seguro Social), y no voy a tener derecho a nada”, aseguró el padre de dos hijas, quien anualmente paga al IRS unos $4,000 en impuestos. “Cuando sea más viejo, el sueño americano se me va a volver la pesadilla americana, como le ha pasado a muchos ya”.
Dejados fuera por ley
Las leyes estadounidenses no dan derecho a los adultos mayores que viven sin documentos, a reclamar pensiones y el Medicare una vez se retiran, ni siquiera a pesar de haber pagado impuestos por décadas. Ese es el caso de miles de inmigrantes, una gran porcentaje de ellos hispanos, que luego de años de trabajo se quedan sin ninguna protección económica ni de salud para su vejez.
Según cifras del Censo, en el país hay unos 3.5 millones de latinos en edad de jubilación, y los datos de la oficina del Seguro Social revelan que sólo 2.8 millones de hispanos reciben pensión, 200,000 de ellos en el estado de Nueva York.
Mark Hinkle, vocero del Seguro Social, advirtió que según la ley, los contribuyentes indocumentados no pueden acceder a una pensión ya que para recibir beneficios se necesita cumplir con tres requisitos: Trabajar el tiempo suficiente para adquirir la condición de asegurado bajo el programa de retiro (10 años de trabajo); recibir permiso de trabajo legal en algún momento y ser residente legal al tiempo de ejercer el derecho a los beneficios.
“La ley establece que los beneficios del Seguro Social no estén disponibles para los inmigrantes no autorizados que residen en los Estados Unidos, ni para cualquier no ciudadano que no tenga un número de Seguro Social autorizado (SSN) en algún momento”, explicó Hinkle. “Los inmigrantes que reciben un SSN por primera vez después de 2003, no pueden recibir beneficios, a menos que el trabajador tenga autorización legal de trabajo en algún momento antes de su retiro”.
Y es que el panorama de las pensiones y el Medicare para muchos adultos mayores hispanos que viven sin documentos en Estados Unidos es tan duro, que se estima que son miles los inmigrantes que luego de años de trabajo se quedan sin ninguna protección económica ni de salud para su vejez.
Esta situación la siente en carne propia el ecuatoriano Juan S, un adulto mayor de 74 años, sin papeles, quien se “rebusca el pan diario” recogiendo latas, porque no logró acceder a beneficios del Seguro Social por ser indocumentado.
“Yo llegué a este país jovencito. Yo tenía 47 años y me maté trabajando como burro en una cocina, donde me quitaban ‘taxes’ cada semana, y cuando me puse viejo me corrieron… me quedé sin nada, pero así recogiendo envases, resuelvo lo de la comida y la renta”, aseguró el abuelito, con un tono de decepción.
“Mi pensión son mis manos y sé que no tengo derecho a enfermarme”, dijo el ecuatoriano, agregando con orgullo que con su trabajo logró sacar adelante a sus dos hijos en Cuenca, a quienes no ve desde que dejó su país, y quienes le piden que se regrese, pero él se niega.
“Uno viejo es una carga. Qué voy a hacer yo en un sitio donde no me van a dar trabajo de nada ni tampoco pensión. Aquí al menos soy mi propio jefe y la voy llevando hasta que mi Dios se acuerde de mí”, agregó con una sonrisa.
Ayuda en sus países
María Isabel Nieto, cónsul de Colombia en Nueva York y presidenta de la Asociación de Cónsules Extranjeros (SOFC), sugiere que quienes no pueden acceder a una pensión en Estados Unidos, al menos coticen un plan de retiro en los países de los que provienen.
“Mi recomendación es que los ciudadanos se acerquen a los consulados e investiguen la oferta que su país de origen tiene para ellos en cuanto a planeación y previsión de su futuro. Todos los países permiten que sus connacionales aporten al sistema de pensión de su país de origen, sin afectar el plan de retiro que tengan en los Estados Unidos”, dijo la diplomática.
“En el caso del Consulado de Colombia en Nueva York, a través de su programa Colombia Nos Une, brindamos asesoría y vinculamos a los connacionales con la administradora del fondo de pensiones del Gobierno, Colpensiones. De esta manera, bien sea en el escenario de retornar a Colombia o permanecer en el exterior, los colombianos garantizan un amparo en su lugar de origen contra las contingencias derivadas de la vejez, invalidez o muerte, mediante el reconocimiento de una pensión y prestaciones determinadas en la ley”, agregó la cónsul.
Otras opciones
Los planes de ahorro también pueden ser otra opción para los inmigrantes que deseen planear un futuro asegurado, como indica un vocero de AARP (antiguamente conocida como la Asociación Americana de Personas Retiradas).
“AARP ha sido líder alrededor del país en impulsar programas de ahorro estatales y privados”, dijo el representante de esa entidad, al mencionar que hay planes de bajo costo. “Dirigidas a los aproximadamente 55 millones de trabajadores sin programas de ahorro en el lugar de trabajo, estas iniciativas ayudarían a muchos trabajadores de bajos ingresos y minorías en pequeñas empresas”.
El IRS (Departamento de Tesorería de Estados Unidos), que recibe el dinero de los contribuyentes, reveló que muchos trabajadores siguen obteniendo cada año el número ITIN, con el que aquellos que no tienen Seguro Social pueden declarar sus impuestos, aunque los solicitantes han ido disminuyendo.
En el 2012, el IRS asignó 1,296,484 de números ITIN, con datos que son confidenciales y que no se comparten con otras agencias federales, pero entre el 2013 y el 2016, la cifra de aplicantes se redujo en promedio a 600,000 por año.
Datos de pensiones del Seguro Social:
- 65 años es la edad actual para recibir beneficios pensionales del Seguro Social.
- 67 años será la edad para empezar a recibir beneficios entre aquellos nacidos después de 1959.
- 62 años es la edad de retiro temprano, pero reduce los ingresos recibidos en casi 30%.
- 70 años es la edad tardía para comenzar a recibir beneficios pensionales.
- 41 millones de adultos mayores retirados reciben pensión del Seguro Social en todo el país.
- 2.8 millones de hispanos reciben beneficios pensionales del Seguro Social.
- 200,000 hispanos mayores, de los casi 2.4 millones de retirados en el estado de Nueva York, reciben pensión del Seguro Social.
- 15% de la población en el estado de Nueva York es mayor de 65 años.
- $14,626 anuales fue el promedio de ingresos del Seguro Social recibido por hombres hispanos mayores de 65 años, en el 2014.
- $11,172 fue la pensión anual promedio de las mujeres mayores de 65 años.
- 42% de los matrimonios de adultos mayores dependen en 90% de ingresos del Seguro Social, según datos del 2014.
- 59% es la cifra para hispanos solteros
- 17.6% es la población hispana actualmente en Estados Unidos y para el 2050 se espera que llegue a ser el 26.5%, por lo que habrá más latinos mayores dependiendo de su pensión.
- $11,000 millones, según organizaciones inmigrantes, es el promedio anual de contribuciones de indocumentados que va a parar a los fondos de Seguro Social.
- $2,000 millones van para el Medicare.