¡Aprovecha los beneficios nutricionales de las frutas veraniegas

Nutricionista nos habla sobre algunas de ellas y ofrece ideas sobre cómo incluirlas en la dieta diaria

El verano es una de las estaciones más generosas para la cosecha de frutas con alto contenido de nutrientes, por lo que debes ingerirlas lo más que puedas.

La sandía, el melón (en todas sus variedades), el aguacate, la cereza, la uva, el limón, la nectarina, el durazno, el albaricoque, la fresa, la mora y el arándano azul están entre las frutas que más abundan en esta temporada, así que ¡a consumirlas y  aprovechar al máximo su oferta!

Propiedades

La mayoría de las frutas veraniegas son ricas en antioxidantes, vitaminas y minerales esenciales para la salud de la piel y demás órganos del cuerpo.

La nutricionista registrada Sylvia Klinger, basada en Chicago, describe las propiedades de algunas ellas.

Cereza.  Es una excelente fuente de vitamina A. Además tiene un alto contenido de betacarotenos y fitoquímicos y pequeñas cantidades de hierro, magnesio, potasio y proteínas.

Los estudios han demostrado que es beneficiosa para la buena digestión, así como para reducir la inflamación por contener antocianinas (antioxidantes que ayudan a combatir la inflamación de los tejidos), trabajando de la misma manera como lo hacen el ibuprofeno y el naproxeno.

Las cerezas son buenas para bajar y prevenir la inflamación. /Shutterstock

Sandía. Esta fruta, conocida en algunos países de habla hispana como patilla, es rica en Vitamina C y A. Además posee pequeñas cantidades de las vitaminas B1, B2, B3 y B6; así como de potasio, magnesio, manganeso, hierro y fósforo.

Las investigaciones sobre sus beneficios han encontrado que ayuda a reducir la presión arterial por su elevado contenido de citrulina (que está en la parte blanca que rodea la pulpa), un aminoácido no esencial que se convierte en arginina una vez en el organismo humano lo digiere. Por este mismo beneficio ayuda a prevenir ciertas enfermedades del corazón.

Por su alto contenido de agua y baja azúcar natural es una de las frutas que se recomienda ingerir cuando  se está en una dieta para bajar de peso.

Los estudios han encontrado que la sandia o patilla ayuda a reducir la presión arterial por su elevado contenido de citrulina. /Shutterstock

Aguacate. Conocido también como palta, es una fruta rica en vitaminas C, E, K, B5, B6, así como de ácido fólico. Además, contiene pequeñas cantidades de las vitaminas A, B1 (tiamina), B2 (riboflavina) y B3 (niacina) y de magnesio, cobre, hierro, zinc y fósforo.

Posee más potasio que los bananos y, por contener una grasa de tipo mono insaturada (es decir, saludable para el organismo),su ingesta es beneficiosa en la reducción de los niveles del colesterol LDL, que es perjudicial para la salud. Esto se debe a su alto contenido de Beta-sitosterol qie ayuda a mantener los niveles de colesterol bajos.

Entre sus beneficios, el aguacate ayuda a bajar los niveles del colesterol malo./Shutterstock

Fresa. Como las cerezas, frambuesas y uvas contiene una considerable cantidad de vitamina C, minerales, antioxidantes y otros nutrientes que ayudan a reducir la inflamación.

Igualmente es una gran fuente de las vitaminas B y E y en menor escala de las A,D,E y K y de ácido fólico.

Como los arándanos, la fresa contiene ácido valproico o vitamina B1, que ayuda a mejorar el humor en personas que padecen de depresión o trastorno bipolar, por ser la vitamina del ánimo.

Por su alto contenido de vitaminas C y A, las fresas son excelentes para la salud de la piel./Shutterstock

Otras ventajas

De acuerdo con Klinger, el consumo de las frutas que nos regala el verano no solo se limita a gozar de sus beneficios nutricionales sino también a estos otros:

  •  Ingerirlas con su “mejor sabor”,  debido a su frescura.
  • Comprarlas a un “mejor precio”, debido a que están en oferta en los supermercados por su alta oferta.
  • Integrarlas a los menús veraniegos de cocción de los alimentos a la parrilla.

“La sandía, los duraznos, los melones, el aguacate, los higos, las naranjas y limones y la piña (que se da todo el año) son excelentes para darles un gusto diferente a su sabor al asarlas por pocos minutos en la parrilla”, apunta Klinger.

Para ello solo necesitaras picar en tiras o rodajas la fruta deseada, untarle un poco de aceite de oliva o de aguacate (dependiendo del gusto) por todas partes y ponerlas a asarla a las brasas.

El durazno es una de las frutas que se comen también fresca a las brasas./Shutterstock
  •  Preparar jugos, aguas frescas e infusiones de agua con frutas que acompañen las comidas en vez de las sodas cargadas de azúcares agregadas. La sandía, que tanto abunda en esta temporada, es excelente para ello. Para hacer su agua solo vas a necesitar seleccionar una sandía sin semillas, picarla en cubitos y macerarla sobre un cernidos o licuarla con muy poco agua para extraer su jugo. Obteniendo el jugo, si lo deseas, le puedes agregar el extracto de unas dos o tres hojas de albahaca y un poco de jarabe de agave azul de preferir el jugo y las aguas dulces.
Las frutas de verano son perfectas para preparar jugos, aguas frescas o infusiones de agua con frutas./Shutterstock
  • Realzar el sabor de las ensaladas con trozos de frutas frescas. La sandía y las naranjas son excelentes para ello.
  • Preparar cócteles o ensaladas con tan solo frutas veraniegas. La de cubos de melón verde, amarillos y blancos, con unas cuantas gotas de limón y menta picada, es refrescante y exquisita.
  • Crear paletas o helados divertidos, como es el caso de las paletas de aguacate y coco, que se pueden elaborar con la ayuda de los niños. (Ver receta anexa).
Las paletas de aguacate y leche de coco son refrescantes y nutritivas./Cortesía

Paletas de aguacate y leche de coco

Ingredientes

  •  1 aguacate Hass grande, fresco y maduro, sin semilla y cortado en rebanadas
  •  1 1/2 tazas de leche de coco con vainilla
  •  2 cucharadas de miel de abejas
  • 1/4 taza de coco rallado endulzado con un poco de mil de agave
  • 1/4 cucharadita de extracto de vainilla

Preparación

Coloca el aguacate, la leche de coco con vainilla y la miel en una licuadora. Licúa a velocidad alta hasta lograr una preparación homogénea. Vierte la mezcla en tazas de papel de 5 onzas. Coloca en el congelador hasta que las paletas estén firmes, pero no congeladas (entre 30 minutos y 1 hora). Inserta los palitos para paletas y espolvorea cantidades iguales de coco rallado en cada taza. Vuelve a colocar en el congelador durante 4 horas aproximadamente, hasta que estén firmes.

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