Ayuda para Puerto Rico llega desde tan lejos como Israel
La organización IsraAID fue una de las primeras que acudió a socorrer a los afectados por el huracán María
TEL AVIV – Cuando un país es devastado por un fenómeno natural, por lo general son las naciones vecinas las que primero salen a ofrecer ayuda para los afectados. Pero en el caso de Puerto Rico, luego del destructor paso del huracán María el pasado 20 de septiembre, un país muy lejano estuvo entre los que respondieron más rápido a la emergencia: Israel.
Tras recibir el visto bueno de las autoridades locales puertorriqueñas, un equipo de emergencia de la organización IsraAID viajó de inmediato desde el Medio Oriente hasta la isla caribeña, para brindar apoyo con personal que hablaba español, y llevar suministros médicos y de higiene, así como agua potable.
Además, la ayuda israelí también estuvo compuesta por profesionales de salud mental, quienes estuvieron encargados de visitar seis refugios para ofrecer atención directa a las víctimas más vulnerables, sobre todo los niños.
El Diario conversó en Tel Aviv con el director de comunicaciones de IsraAID, Mickey Noam-Alon, quien contó que en el caso de Puerto Rico “nos encontramos con calles y árboles destruidos, postes de luz en el piso, y mucha gente aturdida que no sabía qué hacer, a dónde acudir, y casi siempre lo primero que tratan de hacer es conseguir un refugio y es allí donde fue más importante el trabajo de los expertos en salud mental”.
La labor de esta organización sin fines de lucro se concentró en los poblados de Cantera, Loiza, Canovanas y Toa Baja, donde se registraron los peores daños y donde la mayoría de los habitantes son de bajos recursos. “Allí empezamos con dar apoyo psicológico, y ofrecer tratamiento de salud mental a las víctimas por parte de nuestros expertos”, indicó el vocero de IsraAID.
Noam-Alon dijo que, con el fin de dar los primeros auxilios de emergencia en el área de salud mental, una de las primeras acciones de los expertos fue evaluar los síntomas de trauma que presentaban los afectados. “Luego de hacer esa evaluación nos contactamos directamente con las autoridades de la localidad para ayudarlos a diagnosticar y tratar a las personas con los peores síntomas”.
El experto recordó que tras este tipo de tragedia lo primero que hacen los afectados es hacerse las siguientes preguntas: “¿Qué me pasó?¿Qué hago ahora?, y es allí donde hay que estar listos para ayudar y dar esas respuestas”.
Como parte del apoyo psicológico, la organización dio prioridad a ayuda a los niños a volver a las escuelas, por lo que contactó a las autoridades de Educación de la isla para crear salones ambulantes y permitir que los pequeños siguieran con sus clases sin niveles de estrés, y para lo cual se realizó un trabajo directo con profesores y directores. “Los niños son los que tienen el mayor número de preguntas: ¿qué pasó con mis amigos? ¿qué pasó con mi familia? ¿qué pasó con mi casa?, y por ello los profesores necesitan nuestro apoyo para saber cómo responder y reducir ese estrés en los menores.
Trabajo local
La primera acción de IsraAID en Puerto Rico fue hacer un reconocimiento rápido de cuáles eran las necesidades más urgentes, visitando refugios y contactando a las autoridades locales, además de organizaciones civiles incluyendo a miembros de la comunidad judía puertorriqueña.
“Lo más importante es trabajar en conjunto con los socorristas locales, para saber con exactitud cuáles son las necesidades inmediatas y dónde se requiere esa ayuda de manera más rápida. No se puede pensar en soluciones desde una distancia lejana (como Israel), hay que trabajar directamento con los locales”, enfatizó Noam-Alon.
Para IsraAID uno de los beneficios más importantes de trabajar de la mano con sus colegas locales es que ellos ya tienen una relación cercana, incluso afectiva, con los afectados, lo que permite tener un acceso más directo a las víctimas. “Nosotros no tenemos los grandes recursos de organizaciones como la Cruz Roja, pero trabajando con las organizaciones locales logramos llegar de manera más directa a las comunidades y mitigar sus necesidades”. l
Agua hace una gran diferencia
Cuando ocurre un desastre natural, una de las prioridades es abastecer de agua potable a los afectados, debido a que si no se actúa rápido, la falta del líquido provocar enfermedades, como el cólera, y empeorar la situación general en las zonas devastadas.
IsraAID distribuyó 29 filtros de agua en centros comunitarios y vecindarios, en los cuales se dio un entrenamiento en español, para asegurar su uso de manera eficiente y continua. Además, se trabajó directamente con FEMA para entrenar a unas 20 personas en la zonas rurales montañosas de difícil acceso, sobre la instalación y mantenimiento de esos filtros.
Ayuda en cifras:
- 12 voluntarios de IsraAID llegaron inicialmente a Puerto Rico tras el paso de María.
- 29 filtros de agua potable fueron distribuidos.
- 20 personas fueron entrenadas en mantener esos filtros.
- 725 víctimas del huracán se han beneficiado con esa agua potable.
- 4 localidades fueron atendidas de manera directa: Cantera, Loiza, Canovanas y Toa Baja.
- 110 familias en esas localidades recibieron comida, productos de higiene, lámparas solares y cargadores.
- 6 refugios fueron visitados por los expertos en salud mental.
- 2,300 personas en total han sido beneficiadas hasta ahora en Puerto Rico con el trabajo de IsraAID.
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