Padre de niños presuntamente asesinados por niñera da desgarrador testimonio
Kevin Krim declaró cómo se enteró de la muerte de sus hijos y sobre el momento en que le tocó identificar los cuerpos
El padre de los dos niños presuntamente asesinados por su niñera en el Upper West Side contuvo las lágrimas el martes, cuando le tocó dar su testimonio en el juicio se que le realiza a la acusada Yoselyn Ortega. En su declaración Kevin Krim recordó el momento en el que vio los cuerpos sin vida de sus hijos en el hospital.
“Lulu y Leo estaban sobre las mesas del hospital cubiertos hasta la barbilla, estaban preciosos y extraños”, dijo Krim sobre sus hijos de 6 y 2 años, presuntamente apuñalados unas horas antes por la niñera hispana.
Varios medios que estuvieron presentes en el tribunal reportaron que el padre continuó explicando que los niños “estaban sin sangre, por lo que sus cuerpos tenían un color azulado. Pero, aún así, todavía tenían esa piel perfecta y esas largas pestañas”.
Entre lágrimas, el padre contó cómo fue su último adiós: “Me puse de rodillas y dije ‘lo siento, los quiero’, les besé y les dije adiós”. Los miembros del jurado se emocionaron con la desoladora declaración.
Krim, de 42 años, dijo ante una abarrotada sala cómo se enteró de la muerte de sus pequeños. Aquella noche de octubre de 2012, su vuelo desde California acababa de aterrizar en el aeropuerto JFK, cuando quitó el modo avión de su teléfono móvil y se vio desbordado con mensajes de vecinos y padres de amigos de sus hijos. “Estuve deambulando intentando descifrar qué había pasado’”, recordó, pero sus súplicas fueron interrumpidas por un anuncio del piloto comunicando que agentes del Departamento de Policía (NYPD) estaban esperando a un pasajero en la puerta.
Terrible momento de la verdad
Una azafata fue a su asiento y le pidió que fuera a la cabina. “Empecé a perder los papeles, diciendo ‘¿Qué c*** ha pasado?’”, gritaba Krim, justo antes de recibir una llamada de su suegro. “Es lo peor que me podría haber imaginado, estaba esperando a que fuera una pesadilla, pero no lo era”, contó Krim sobre el instante en el que se enteró de lo sucedido.
“Posteriormente, dos agentes de Policía vestidos de civil me recogieron del suelo. Yo seguía preguntando ‘¿Qué está pasando?’ y fue entonces cuando vi un mensaje de voz de mi mujer, Marina. Cuando le di al ‘play’, escuché gritos de fondo y me desmoroné en el suelo”, relató Krim, que no recuerda “si me recogieron o me llevaron hacia el coche” para ir hacia el hospital donde se encontraba en ese momento su esposa, histérica.
Fue allí donde un cirujano le comunicó finalmente que sus hijos estaban muertos. “Estaba llorando, no quería que nadie me tocara. Nadie sabía demasiados detalles, pero decían que había sido la niñera quien les había matado”, declaró Krim. El padre miró por primera vez desde aquel fatídico día a Ortega, quien durante todo el testimonio de Krim se mantuvo mirando de frente y evitó cualquier contacto visual, al igual que había hecho durante la declaración de la madre de los niños.
Krim aseguró que su mujer, a su llegada al hospital, estaba desesperada y le suplicaba que por favor no se divorciaran, porque “la gente siempre se separa cuando le pasan estas cosas a los niños”. El matrimonio ha tenido dos hijos más desde entonces y nunca más ha vuelto a ese apartamento.