CIDH condena represión de manifestantes en Nicaragua, donde las protestas han dejado 127 muertos

CIDH presentará su informe ante la OEA con 15 recomendaciones para investigar la violencia política en Nicaragua

WASHINGTON—Al destacar en un informe que 127 personas han fallecido en violentas manifestaciones en Nicaragua desde abril pasado, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) calificó este miércoles de ”inaceptable” la represión de manifestaciones pacíficas.

Miembros de la CIDH, organismo que depende de la Organización de Estados Americanos (OEA), se reunieron hoy en Washington estudiantes universitarios que han sido víctimas de la represión por parte del gobierno del presidente Daniel Ortega, e instaron a su gobierno a respetar los derechos humanos.

Dos víctimas de la violencia en Nicaragua (extremo izquierdo) describen situación ante la CIDH en Washington. Foto: María Peña/Impremedia

“Durante la visita de cuatro días, la comisión recibió miles de denuncias y en estos momentos ha contado más de mil informes de violencia, asesinatos y el uso de la fuerza excesiva en el país“, dijo durante una rueda de prensa Margarette May Macaulay, presidenta de la CIDH.

Las autoridades en Nicaragua “no deben criminalizar a quienes trabajan en defensa de los derechos humanos, especialmente defender a quienes ejercen sus derechos humanos”, dijo.

Por su parte, el secretario ejecutivo de la entidad, Paulo Abrāo, ofreció un resumen de los hallazgos de la visita que realizó la CIDH en Nicaragua entre el 17 y 21 de mayo pasados, que, según dijo, dejó en claro el clima de hostigamiento, uso de la fuerza excesiva, y violaciones a los derechos humanos y negación de tratamiento médico a los heridos, entre otros.

La CIDH además recibió “mucho material balístico” que mostró balas de alto calibre y testimonios sobre “francotiradores presentes en determinadas protestas“,  agregó.

“A pesar de la visita de la Comisión, su presencia allí, la instalación de un grupo de investigación internacional, sigue el ambiente de violencia y represión dentro del país… parece que hay una nueva frontera de la represión”,  advirtió.

Las nuevas tácticas represivas, según Abrāo, incluyen secuestros de jóvenes, incendios a medios de comunicación y edificios estatales, hostigamiento contra adultos mayores, y ataques al transporte público.

A manera de comparación, Abrāo señaló que las violentas manifestaciones en Venezuela, un país seis veces más grande que Nicaragua, dejaron 112 muertos entre abril y julio de 2017.

La comitiva estuvo integrada por más de 20 expertos y tres comisionados de la CIDH, que presentarán formalmente su informe ante el concejo permanente de la OEA, aunque aún no ha fijado fecha.

La CIDH confirmó en su informe que 127 personas han fallecido en Nicaragua desde el inicio de las protestas ciudadanas el pasado 18 de abril, incluyendo 51 asesinatos en los últimos 15 días.

Entre sus 15 recomendaciones, la CIDH pide la creación de un Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), cuya tarea será investigar los hechos de violencia y recomendar medidas para evitar que se repitan.

Mientras, las imágenes de la prensa internacional muestran la ola de violencia en diversas ciudades de Nicaragua. El clima de represión ha impulsado a jóvenes, como Rebeca Rocha, a enviar a este diario un poema que escribió para condenar las “heridas” de esa represión en su natal Granada.

Exembajadora de Nicaragua: “Ortega tiene que salir”

“O te callas, o te mato”

Durante la presentación, tanto el líder estudiantil Fernando Sánchez, de la Coalición Universitaria, como la periodista Migueliuth Sandoval, cuyo esposo, Ängel Eduardo Gahona, fue asesinado el 21 de abril pasado al filmar en vivo protestas en Bluefields, coincidieron en que Ortega debe abandonar el poder.

Gahona murió por “tiros certeros” de policías mientras hacía un Facebook Live para documentar los daños en las protestas en el Caribe sur del país,  y Sandoval sigue esperando explicaciones de la policía sobre el proceso judicial para castigar a los responsables.

Sandoval acusó a las autoridades de corrupción, encubrimiento e impunidad hacia “los criminales que mataron a mi esposo”.

“Este es un claro mensaje que está dejando el gobierno: estás de mi lado, o te callas, o te mato… vamos a continuar denunciando ya sea por las redes sociales o como podamos”, continuó Sandoval, al pedir justicia y la “democratización” de Nicaragua.

Por su parte, Sánchez, quien ha recibido una medida de protección cautelar junto a otros activistas y líderes religiosos, denunció la “criminalización de los estudiantes activistas y todas las personas que participan en las protestas y movilizaciones pacíficas”.

El gobierno de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo, demostró “que no es legítimo ni es capaz de gobernar un país como el nuestro… han arremetido contra su pueblo y eso no tiene perdón… un par de asesinos no puede estar gobernando un país“, afirmó Sánchez.

Preguntada por este diario sobre si la CIDH apoya el llamado a que Ortega deje el poder,  Antonia Urrejola, Relatora de la CIDH para Nicaragua, explicó en videoconferencia que la entidad no puede tomar posición al respecto y que corresponde al pueblo nicaragüense decidir la salida de la crisis.

“Es una situación que los propios nicaragüenses tienen que resolver… nuestra posición es que esa salida tiene que ser una salida democrática, una salida constitucional y,  sobre todo,  con respeto a los derechos humanos”, afirmó.

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