Padres de El Bronx se unen contra el ‘bullying’
Implementan un plan piloto de entrenamiento a maestros sobre asuntos culturales y estrategias para frenar el aumento del acoso escolar, pero el DOE insiste en que hay menos casos
Datos del Departamento de Educación de la Ciudad revelan que cada mes en las escuelas públicas de la Gran Manzana se reportan más de 300 casos de acoso y hostigamiento escolar. Y aunque esa agencia está invirtiendo recursos y aplicando programas para poner fin a esa epidemia, padres de familia insisten en que las iniciativas no están teniendo en cuenta las realidades culturales de los estudiantes y los están dejando fuera de las soluciones.
Y a tres meses después de que el DOE lanzara una nueva herramienta contra el ‘bullying’, para que adultos y estudiantes puedan reportar incidentes, incluso de manera anónima a través de internet, un grupo de 15 padres de familia del Sur de El Bronx decidió crear su propio currículo para educar a los maestros sobre el acoso escolar.
Durante seis meses, los padres se reunieron dos veces cada semana para diseñar el programa piloto, con el que quieren convertirse en un ejemplo de acción en todas las escuelas de los cinco condados.
Aidee Ariza, originaria de Morelos, México y madre de tres niños de 9, 7 y 4 años que estudian en la escuela pública 49, se dio a la tarea de trabajar con otros padres para sacar adelante el currículo especial, que en junio impartieron a un grupo de maestros del Distrito escolar 7, en El Bronx.
“Los niños son el reflejo de lo que nosotros somos, no podemos culpar solo a las escuelas, porque la educación empieza por casa, pero los maestros necesitan saber más de nuestras comunidades y de nuestra cultura para entendernos y para identificar casos, justo cuando los padres y estudiantes sienten que el mayor problema de discriminación está en esta zona entre los hispanos”, dijo la madre mexicana.
“El comportamiento entre los niños es muy preocupante, pues a veces por ser latinos e hispanos los tratan de ser menos, y por nuestras raíces mexicanas o indígenas”, agregó Ariza, quien explicó que incluso a veces los maestros desconocen el significado de ciertas palabras que pueden sonar normales, pero que en realidad son usadas como herramientas de burla y maltrato.
La madre puso como ejemplo de expresiones que le dicen a los niños, y que aunque suenan normales tienen la intención de ofender, las siguientes: “te gusta el chile” o “te gusta la tortilla”, para referirse a si son gays o lesbianas.
Enseñarlos a prevenir
Nathan Osorio, organizador de la asociación MASA padres en Acción, explicó que la iniciativa surgió al ver con preocupación que el ‘bullying‘ está en aumento en el Sur de El Bronx y que los planes del DOE no están pensados en la realidad de la comunidad.
“En el currículo los padres enseñaron a los maestros cómo conocer mejor las experiencias de latinos e indígenas inmigrantes del Distrito 7, cómo identificar el ‘bullying’, y cómo responder e identificar a padres y estudiantes como colaboradores para que los salones puedan ser más tolerantes y celebrar las culturas de los estudiantes”, aseguró el activista. “Las capacitaciones que existen ahora solo enseñan a los maestros cómo reportar e investigar, pero no a prevenir y crear capacitaciones que reflejen las culturas y las realidades que viven las familias afuera de las clases. Con esa información los maestros pueden identificar mejor el’ bullying’ y ofrecer una solución”.
Los informes de MASA sostienen que en el Distrito 7 los maestros reportan más casos de acoso que en el resto de la ciudad. Según sus cifras, el 37% de los docentes en la Gran Manzana reportaron hechos de acoso entre el año escolar 2016-2017, mientras que en las escuelas del Sur de El Bronx esas denuncias de profesores superaron el 51%, lo que en su opinión prueba que allí el problema es mayor.
La asociación agrega que el DOE sabe de primera mano que este fenómeno está aumentando, ya que de los 433,715 estudiantes de grados 6 a 12 en todas las escuelas de Nueva York que respondieron un cuestionario sobre el ambiente en las escuelas entre 2016 y2017, el 81% reportó que hay acosadores en sus planteles, dato que aumentó 10 puntos, comparado con el año anterior, según MASA.
Asimismo, la organización MASA denunció que en ese mismo cuestionario el 65% de los estudiantes respondió que hay jóvenes hostigando a otros por motivos de raza, religión, identidad étnica, país de origen y estatus inmigratorio.
“Aunque actualmente hemos visto mucho el impacto del ‘bullying’, la discriminación, y la violencia contra la comunidad latina, inmigrante, e indígena, creemos que este problema basado en el racismo afecta también a niños, jóvenes y familias de color por toda la ciudad”, dijo el organizador comunitario, quien pide que esta iniciativa de los padres sea analizada y expandida a otras escuelas.
“Estamos seguros de que nuestras soluciones pueden lograr que las escuelas sean más seguras y den la bienvenida a todos, pues nuestra campaña ayudará a avanzar a todas las comunidades de color en nuestros distritos ya que tenemos retos en común, y nuestras luchas están conectadas”, agregó Osorio.
Dan bienvenida a la iniciativa
John De Sio, vocero de la oficina del presidente de El Bronx Rubén Díaz Jr., elogió la iniciativa de los padres de querer promover este currículo y los invitó a compartir más detalles de ese plan. “Cualquier programa que funcione para detener la intimidación es positivo y nuestra oficina está interesada en aprender más sobre este programa específico”, dijo De Sio.
Natasha Capers, coordinadora de la organización NYC Coalition for Educational Justice, se mostró a favor de que el DOE permita a los padres vincularse de manera más activa para educar a los maestros sobre sus culturas y sus realidades y no los dejen a un lado.
“Bajo el clima político actual, es importante que los educadores y el sistema escolar en su conjunto hagan todo lo posible para evitar el acoso racial, y los primeros pasos son aprender sobre las culturas de su población estudiantil y aprender a establecer relaciones sólidas con los padres y la comunidad”, dijo la activista. “Los entrenamientos culturalmente receptivos de maestros y padres, diseñados en asociación con las familias sobre cómo identificar y abordar responsablemente, así como prevenir y sanar el acoso racial, es un paso fundamental hacia la creación de escuelas más seguras y acogedoras para todos”.
Capers mencionó además que el DOE está fallando en las herramientas ofrecidas para frenar el bullying, pues incluso varias de ellas ni siquiera tienen claridad con el idioma, lo que las hace poco funcionales.
“Actualmente, a los estudiantes, las familias y los docentes se les ofrecen mecanismos de reportes poco claros e impersonales que son portales en línea difíciles de encontrar y mal traducidos”, dijo la organizadora comunitaria. “Las soluciones deben abordar las causas principales y no solo poner curitas que no permiten el crecimiento, el aprendizaje o la reparación dentro de la comunidad escolar”.
DOE defiende su labor
Pero el Departamento de Educación de la Ciudad (DOE) parece tener otra visión del problema, pues no solo defienden la labor que han venido adelantando en las escuelas para luchar contra el ‘bullying’, sino que aseguran que los casos en el Distrito 7 han disminuido, contrario a las denuncias de los padres que promueven el currículo a maestros. El DOE afirma que entre el 2014 y el 2015 “hubo 232 incidentes materiales de bullying”, mientras que entre el 2016 y el 2017 los casos se redujeron en 41%, con un total de 137 denuncias.
“Estamos haciendo importantes inversiones tanto en iniciativas anti-bullying como en planes de estudio culturalmente receptivos para fortalecer el ambiente escolar y apoyar a los estudiantes, el personal y las familias”, dijo Miranda Barbot, vocera del DOE. “Los directores están facultados para adoptar planes de estudios que satisfagan las necesidades de sus comunidades, y el superintendente Richard Cintron sigue estando dedicado al éxito de los estudiantes del Distrito 7 a nivel académico, social y emocional”.
La funcionaria destacó que la Ciudad está invirtiendo $47 millones anuales para expandir programas efectivos para mejorar el ambiente escolar y la salud mental, y $8 millones adicionales en iniciativas nuevas contra la intimidación, que incluyen un portal de reportes para familias, capacitación en salud mental, talleres comunitarios y la expansión de los clubes de estudiantes. Asimismo $23 millones en entrenamientos culturales a maestros.