Así era la vida de Cristhian Bahena Rivera, el acusado de matar estudiante en Iowa

"No bebía ni usaba drogas. Un tipo muy apuesto, las chicas siempre quería hablar con él"

Un trabajador y padre ejemplar que incomodaba a mujeres con sus coqueteos y aproximaciones.

Ese era Cristhian Bahena Rivera para algunos de los residentes de Brooklyn, Iowa, antes de que fuera conocido como el sospechoso de matar a la universitaria Mollie Tibbetts.

Inmigrante adolescente

Bahena Rivera, de 24 años, llegó hace siete años a Estados Unidos desde El Guayabillo, un pueblo cerca de Acapulco en México. Se sabe que trabajaba que Yarrabee Farms, aunque allí era conocido con otro nombre ya que habría conseguido el empleo con otra identidad. Sin embargo, su abogado asegura que su estatus en Estados Unidos era legal.

El dueño de la empresa, el republicano Craig Lang, dijo que Bahena Rivera era un empleado puntual y responsable en sus tareas diarias, aunque “hablaba poco”.

Bahena Rivera vivía en un trailer junto a otros trabajadores migrantes. Algunas veces tenía jornadas de 12 horas. Su nivel de educación era la escuela media.

Padre ejemplar y romántico con su novia

El sospechoso es pareja de  Iris Monarrez, una joven que fue a la secundaria de Tibbetts. Se conocieron en 2013 y en 2014 tuvieron una hija. Vecinos dijeron al New York Times que Bahena Rivera solía salir a jugar con la menor y se le veía muy dedicado a ella.

También fue descrito como alguien romántico con Monarrez. Le llevaba flores frecuentemente y en sus redes sociales publicaba mensajes como “el mejor día de mi vida” y “mi princesa” cuando hacía referencia a Monarrez.

Coqueteos intimidantes

Mujeres de Brooklyn que conocieron a Bahena Rivera lo describieron como alguien extraño en los medios.

“Solamente miraba y hablaba poco”, dijo Brooke Bestell, una joven que rechazó avances del sospechoso,  al Times. “Algo no estaba bien con él”.

Bailey Gibson dijo al Daily Mail que su hermana menor sintió peligro cuando Bahena Rivera se le acercó un día mientras ella caminaba por la calle. El hombre le habría ofrecido llevarla a casa en su vehículo con coqueteos subidos de tono. El inmigrante desistió y la dejó tranquila.

Christina Evans, de 53, dijo al Daily Mail que coqueteó con Bahena Rivera en fiestas con otros inmigrantes, pero que se alejó cuando supo que tenía novia.

“No bebía ni usaba drogas. Un tipo muy apuesto, las chicas siempre quería hablar con él, pero no hablaba mucho inglés”, dijo Evans a ese medio.

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