Cura colombiano fue contratado en Brooklyn a pesar de denuncias abuso sexual en su país

Diócesis habría ignorado sus propios protocolos sobre casos de sacerdotes acusados de abuso sexual

La iglesia polaca aseguró que desconoce el paradero de los dos curas acusados de abuso sexual de menores.

La iglesia polaca aseguró que desconoce el paradero de los dos curas acusados de abuso sexual de menores. Crédito: Archivo / Shutterstock

En momentos en que la Fiscalía General del estado adelanta una investigación en las ochos diócesis católicas de Nueva York por casos de abuso sexual cometidos por sacerdotes, nuevas evidencias demuestran que un cura colombiano que por cinco años laboró en iglesias de Brooklyn y Queens, fue enviado de vuelta a su país en el verano del 2017 tras conocerse denuncias en su contra.

Así lo indicaron los propios feligreses de Brooklyn, quienes aseguraron que no fue sino hasta 10 meses después de su remoción, que se enteraron que el padre Roberto Cadavid, quien ofició misas, escuchó confesiones y realizó cientos de actos de confirmación de niños, fue devuelto a su natal Colombia.

La decisión de contratar al religioso en el 2012 habría violado los propios protocolos de la diócesis de Brooklyn, debido a que ya enfrentaba al menos cuatro acusaciones de abuso sexual presentadas por niños en 2005 cuando se desempeñó como director de una escuela ubicada a media hora de Medellín.

“Algunas de las familias de las víctimas tienen mucho temor de dar a conocer su historia, porque la Iglesia en Colombia tiene mucho poder”, indicó la abogada Sara González, quien está representado a seis personas, cinco de ellos menores, según publicó Gothamist.
Tras ser movido de iglesia en iglesia en los alrededores de Medellín, al ir apareciendo nuevas denuncias, se conoció que en uno de los casos Cadavid incluso pagó unos 88 millones de pesos colombianos a un menor para que mantuviera su silencio, lo que equivale a unos $46,000 dólares.

“Todavía estamos en proceso de recopilar todos los testimonios de las víctimas, sus familias y testigos”, aseguró González.

Cuando Cadavid fue contratado en Brooklyn, la diócesis no siguió sus propios protocolos de certificar, mediante cartas de recomendación enviadas por obispos extranjeros, que la conducta del nuevo sacerdote era intachable y que en específico se asegurara que nunca había sido acusado de un crimen. Así lo establecen las propias reglas fijadas en el 2010 por la Conferencia de Obispos Católicos de EEUU.

Entre las iglesias en las que trabajó Cadavid se encuentran Our Lady of Angels Church en Bay Ridge, y St. Rita’s Catholic Church en Long Island City. Al cura se le permitió irse de Nueva York de manera ‘discreta’, una vez la diócesis de Medellín informara de manera oficial sobre las acusaciones que enfrentaba desde el 2012.

En un comunicado la diócesis de Brooklyn indicó que “lamentamos profundamente” haber permito al padre Cadavid trabajar aquí. “Las cartas del arzobispo nunca indicaron que habían alegaciones contra de él y no nos alertaron que hubiera algo en su pasado que previniera que fuera contratado”. El comunicado agrega que el sacerdote pasó todas las verificaciones de antecedentes.

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