4 razones por las que insertar frutas y verduras en la vagina no es buena idea
En el sexo y el amor, (casi) todo se vale
Cada cabeza es un mundo, y si hablamos del mundo sexual, con mayor razón. Prácticas, preferencias, placeres y fetiches sexuales son tan diversos como los mismos individuos. Lo que sucede dentro de las alcobas de diferentes parejas podría sorprendernos, darnos ideas nuevas o simplemente aburrirnos, pero mientras los participantes del acto sexual estén de acuerdo y no pongan en riesgo su salud, todo está permitido.
¿Qué tal insertar frutas y verduras en la vagina como una forma de darle una chispa diferente al sexo y que las fantasías tengan cabida a través de un fetiche orgánico? La pregunta surge de una usuaria de Reddit que confesó que su marido disfrutaba de insertar frutas en su vagina para comerlas después. Como era de esperarse, el post generó varios comentarios, pero también opiniones especializadas sobre las posibles consecuencias de esta práctica.
Un médico familiar con el usuario upinout señaló que, si bien es cierto que hay un riesgo menor de shock tóxico al usar frutas y verduras para la penetración, sí existen otros peligros. De la misma manera, la ginecóloga Jen Gunter expresó sus recomendaciones médicas sobre esta práctica.
En resumen, las razones por las que no es buena idea utilizar productos agrícolas para el sexo vaginal son las siguientes:
- Las bacterias y los hongos presentes en frutas y verduras pueden trasladarse a la vagina, que es un ambiente húmedo y oscuro muy propicio para el crecimiento bacteriano. Especialmente si algunas partículas orgánicas pequeñas quedaran dentro de la vagina, las levaduras pueden provocar una infección importante, incluso si los productos agrícolas han sido lavados a conciencia.
- La introducción de materia orgánica dura como zanahorias o pepinos, puede provocar abrasiones o quemaduras en el tejido interno de la vagina debido al roce. Una herida de este tipo puede ser la puerta de entrada para que las bacterias y los hongos ingresen al organismo y provoquen algo más grave que una infección vaginal, como una infección urinaria o incluso, un shock tóxico.
- La presencia de bacterias provenientes de otro ecosistema pueden cambiar el propio ecosistema vaginal y propiciar el desarrollo de afecciones genitales, como la vaginosis bacteriana.
- La propia composición de las frutas y verduras puede causar irritación al entrar en contacto con la vagina, pues no es posible predecir cómo se comportará el ambiente vaginal ante la presencia de estos productos o si habrá una reacción alérgica.
Los expertos recomendaron cambiar las frutas y verduras reales por juguetes sexuales que pueden conseguirse con esas formas, o bien, cubrir los fetiches con un preservativo para limitar al máximo el contacto de la vagina con las bacterias propias de los productos orgánicos, reducir el riesgo de provocar heridas en el tejido interno y evitar que algunos trozos imperceptibles queden dentro de los genitales.
Acudir a un médico si hay síntomas de infección es otro consejo, pero sobre todo cuidarse y cuidar del otro durante la práctica sexual es indispensable para disfrutar del sexo con responsabilidad.