Refuerzan campaña contra discriminación de transgéneros en lugares de trabajo en NY

El 30% de las personas transgénero latinas denunció haber perdido un empleo debido a su identidad de género

Joselyn Mendoza y Linda Carolina, fundadoras de la Cooperativa de Cosmetología Transgénero. FOTO: JOSE MARTINEZ

Joselyn Mendoza y Linda Carolina, fundadoras de la Cooperativa de Cosmetología Transgénero. FOTO: JOSE MARTINEZ Crédito: El Diario

Joselyn Mendoza, una inmigrante indocumentada transgénero que reside en Nueva York, ya estaba preocupada por el rechazo de su familia cuando decidió contarles sobre su orientación sexual y mudarse a Estados Unidos. Ella tomó el riesgo en busca del ‘Sueño Americano’, uno que le prometía “respeto y libertad para todos”, sin embargo, el hecho de ser transgénero convirtió sus días en una pesadilla constante.

Mendoza, quien llegó desde México hace 20 años, se instaló directamente en la Gran Manzana, en parte porque le habían contado que era la cuna de los derechos humanos y una de las ciudades más progresistas del mundo. Al poco tiempo se dio cuenta que las cosas no se parecían mucho a lo que ella creía.

Joselyn Mendoza, fue golpeada por su jefe cuando se negó a trabajar horas extras mientras trabajaba en un restaurante en Queens. Foto: José Martínez.

“Para mí ha sido muy duro trabajar en este país. Cuando llegué comencé como ‘dishwasher’ y sufrí mucha discriminación por el hecho de ser gay y eso que en ese momento todavía no había comenzado la transición [a mujer]”, dijo Mendoza, mientras arreglaba su cabello y miraba a Linda Carolina, una inmigrante colombiana con la cual comparte sueños y desdichas. “Una vez trabajando en un restaurante fui golpeado, en aquel momento era hombre, porque me negué a trabajar unas horas extras”.

El caso de Linda no ha sido muy diferente. Ella llegó hace siete años desde Colombia y aunque en su país trabajó como estilista, ajustarse a la vida en la ciudad de Nueva York siendo transgénero también ha sido un reto. Sin licencia estatal para trabajar en salones de belleza, tuvo que recurrir a empleos en supermercados. Sin embargo, la presión, el mal trato y el acoso la hicieron renunciar y buscar una forma de ejercer su profesión.

Linda Carolina, emigró hace siete años de Colombia y fue atacada verbalmente por sus jefes mientras trabajaba en un supermercado. Foto: José Martínez.

“Me puse a trabajar en un salón de belleza desde su apertura, pero me despidieron sin ninguna razón”, contó Linda, quien recordó haber sido víctima de ataques verbales por parte de estos compañeros de trabajo, pero por temor a no sufrir ninguna consecuencia, nunca presentó una denuncia.

Ambas historias son solo unos ejemplos de las muchas dificultades a las que se enfrentan los ciudadanos transgénero que buscan ganarse la vida en diferentes áreas laborales.

Y pese a que en 2009 se volvió ilegal discriminar a los trabajadores estatales transgénero, y en 2016 la División de Derechos Humanos del Estado publicó regulaciones para aclarar que la Ley de Derechos Humanos protege a las personas transgénero de la discriminación por su identidad de género, todavía se siguen reportando casos de abusos.

Refuerzan lucha contra discriminación

Es por ello que a nivel estatal se siguen haciendo esfuerzos para que la ley sea respetada. Helen Diane Foster, comisionada de Derechos Humanos, anunció a principios de octubre la publicación de un nuevo folleto de la agencia, que es una herramienta adicional en la campaña para ayudar a los neoyorquinos a luchar contra este tipo de discriminación.

“El acoso debido a la identidad de género de una persona o al estado de ser transgénero es acoso sexual, simple y llanamente”, dijo Foster. “Todos los empleadores públicos y privados, proveedores de vivienda, empresas, acreedores y otros deben saber que la discriminación contra las personas transgénero es ilegal y no se tolerará en ningún lugar del estado de Nueva York”.

El folleto, titulado “Protecciones contra la discriminación de la identidad de género en virtud de la Ley de Derechos Humanos del Estado de Nueva York“, detalla la lista de protecciones que se ofrecen a las personas transgénero y según la División, se distribuirá entre los activistas y centros defensores de los derechos de la comunidad LGBTQ en todo el estado.

El documento enumera algunos de los casos en los que puede haber discriminación ilegal por motivos de la identidad de género, entre los que se incluyen:

  • Preguntas sobre la identidad de género en una entrevista de trabajo o vivienda.
  • Negarse a contratar para un trabajo, alquilar un apartamento o permitir el acceso igualitario a crédito o alojamiento público.
  • Terminación de empleo o vivienda.
  • Negar el uso de baños u otros instalaciones

Un estimado de 78,600 adultos se identifican como transgénero en el estado de Nueva York, de acuerdo con un estudio de The William Institute de la Universidad de Los Angeles de 2016. Esta cifra destaca que 54,150 están entre los 25 y los 64 años, declarándolos como ciudadanos en edad laboral activa.

Sin embargo, el 18% de los encuestados en Nueva York por la Encuesta de Transgéneros (USTS), aseguró estar desempleado y el 37% dijo vivir en la pobreza. Este reporte reveló además que el 26% de los que ocuparon o solicitaron un trabajo informaron haber sido despedidos, perdido una promoción, o no haber sido contratados debido a su identidad de género.

Discriminación en los estudios

A menudo aquellas personas transgénero que buscan obtener una educación superior se encuentran que también tienen que navegar procesos llenos de discrimación, tanto por parte de las instituciones, como de quienes estudian con ellas. Todo esto disminuye las posibilidades de graduarse, minimizando así las oportunidades laborales, de por sí ya coartadas por prejuicios religiosos y políticos.

De acuerdo con un estudio de la Red de Educación para Gays, Lesbianas y Heterosexuales (GLSEN), el clima propicio para el éxito educativo de los estudiantes transgénero sigue siendo difícil de alcanzar en muchas escuelas. En una encuesta anual de más de 7,000 estudiantes de 13 a 21 años de edad, se descubrió que los transgénero tenían más probabilidades que otros alumnos de tener experiencias negativas en la escuela y era más probable que se sintieran inseguros.

La encuesta también indicó que al 42.2% de los estudiantes transgénero se les había impedido usar su nombre preferido, al 59.2% se le había requerido usar un baño o vestuario de su sexo legal, y al 31.6% se le había impedido usar ropa que se consideraba inapropiada.

“Los prejuicios y la dificultad para terminar sus estudios las empujan a trabajar en servicios sexuales. En muchos casos no les queda otra opción para sobrevivir”, dijo Daniel Puerto, activista LGBT en Queens.

Espacio seguro

Linda y Joselyn aseguran que pese a las protecciones que se han aprobado a nivel estatal, enfrentarse al mercado laboral ha sido todo un reto, y sus experiencias las han envalentonado tanto que llegó el momento de crear oportunidades seguras para ellas y otras mujeres transgénero latinas en Nueva York.

Es por esto que se encuentran laborando en una cooperativa de trabajo comunitario en la que ofrecerán servicios de cosmetología y belleza, pero además, un “lugar seguro para crecer profesionalmente”.

Joselyn Mendoza y Linda Carolina planean la apertura de su cooperativa, en la que buscan ofrecer “un lugar seguro para trabajar”. Foto: José Martínez.

“Nuestro proyecto es tener un espacio donde podamos trabajar juntas, enfocadas en comunidades de bajos ingresos como nosotras”, indicó Joselyn, quien espera que el lanzamiento de la cooperativa se realice con un show de moda en el que brindarán muestras gratis de peinados y maquillaje.

Para Puerto, quien coordina el proyecto, la necesidad de crear esta cooperativa es de vital importancia.

“En mi experiencia, la discriminación de la comunidad transgénero se basa en tres ejes: abuso verbal y psicológico, exceso de trabajo y falta de equidad en salarios, y la falta de interés para mejorar sus campos de trabajo”, dijo el activista, quien enfatizó en que la cosmetología es una de las pocas industrias en las que las mujeres transgénero son aceptadas internacionalmente.

Cifras de discriminación contra transgéneros:

  • 74% reportó haber sufrido acoso o maltrato en el trabajo.
  • 20% había perdido un trabajo debido a su identidad / expresión de género.
  • 20% se le negó una promoción debido a su identidad / expresión de género.
  • 37% no fueron contratados debido a su identidad / expresión de género.

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