Cruz, Ramos y Salazar se preparan para su primer año oficial en la Legislatura

Cuando la violencia del tráfico de drogas a manos de Pablo Escobar, uno de los narcotraficantes más poderosos y sanguinarios en la historia de Colombia, parecía no tener fin, Catalina Cruz y su madre se despidieron de su familia en Medellín, y tomaron un vuelo a Nueva York.

Pese a que en 1993, un año después de haber aterrizado en suelo norteamericano con una visa de turista, Escobar fue asesinado por la Policía Nacional de Colombia, Cruz y su madre ya habían hecho de Queens su hogar. Sin embargo, diez años pasaron para que la colombiana dejara de ser indocumentada.

Pero este 2019 comienza distinto para la soñadora, que se ha convertido en un ejemplo para los más de 800,000 Dreamers en Estados Unidos. Tras una competida elección, este 1 de enero se convirtió oficialmente en la Asambleísta del Distrito 39, donde casi la mitad de la población es extranjera.

“Arrancamos este primero de enero y ahora nos estamos enfocando en organizar la apertura de nuestra oficina, viendo qué necesitamos para ofrecer servicios a la comunidad”, dijo la colombiana, quien destacó que la nueva oficina estará abierta al público a partir del próximo lunes 7 de enero.

“Estamos viendo de qué manera podemos asociarnos con organizaciones para ofrecer servicios comunitarios como abogados de inmigración, de vivienda, entre otras cosas importantes para nuestra gente”, apuntó la líder política, que el próximo 9 de enero tendrá su primer encuentro con sus colegas para analizar el presupuesto de 2019.

“Ese será el primer gran día porque vamos a estudiar el presupuesto y los planes de los demás asambleístas”, apuntó, resaltando que sus prioridades serán el Dream Act, las licencias de conducción para indocumentados y los cambios en leyes de alquiler.

Entretanto, dos colombianas más ultiman detalles para un año de arduo trabajo en el Senado estatal.

Por un lado se encuentra Jessica Ramos, quien derrotó al difunto José Peralta, uno de los exmiembros de la Conferencia Demócrata Independiente, y quien está al frente del Distrito 13, que incluye Corona, East Elmhurst, Elmhurst, Jackson Heights y partes de Astoria y Woodside, en Queens, y  ha estado enfocada en organizar su área de trabajo en la que pueda estar en constante comunicación con sus constituyentes.

“Mi personal y yo estamos arreglando nuestra oficina de distrito esta semana para poder servir mejor a nuestros vecinos”, dijo la senadora. “Vamos a empezar el año nuevo yendo a Albany para continuar luchando por la legislación para proteger a los inmigrantes en Nueva York, como el DREAM Act y las licencias de conducir para todos”.

Para Ramos, estas leyes son prioridades “para hacer del 2019 el año del inmigrante”.

“Como nueva presidenta del comité laboral del Senado estoy lista para continuar mi trabajo luchando por más protecciones para los obreros”, apuntó la neoyorquina hija de inmigrantes colombianos. “Aunque el salario mínimo aumentó este año en Nueva York, todavía hay mucho trabajo para hacer en este frente, incluso protecciones para trabajadores de la construcción y trabajadores domésticos”.

Por otro lado se encuentra Julia Salazar, quien, tras un escrutinio de su vida personal durante la campaña, este inicio de año se proclama oficialmente como la representante del Distrito 18, luego de derrotar a Martin Malavé Dilan. Para ella, las prioridades están marcadas por temas que la apasionan: las leyes de renta, el derecho al aborto y las licencias de conducción.

Salazar también está tomando partido en la política de la ciudad. Este miércoles anunció que respalda al concejal afroamericano Jumanee Williams para Defensor del Pueblo.

“Como organizador de inquilinos, (Jumanee Williams ) ha dedicado su vida a luchar por los derechos de los inquilinos y las viviendas asequibles, razón por la cual su campaña está comprometida a rechazar las contribuciones de cabilderos de bienes raíces y las fuerzas que intentan sacar a las personas de sus hogares”, dijo Salazar en un comunicado.