Jueza aprueba ‘tarifa de congestión’ de $2.50 para taxis y $2.75 autos de alquiler en Nueva York
Aprobó el recargo, pero dijo que la demanda de la industria de taxis contra el plan puede avanzar
Lynn Kotler, jueza de la Corte Suprema del estado de Nueva York, levantó ayer una orden de restricción contra la ‘tarifa de congestión’, bloqueada hace dos semanas por otra decisión judicial.
Los pasajeros pagarán $2.50 dólares adicionales por los taxis, $2.75 por Uber, Lyft u otros autos negros y 75 centavos por viajes combinados basados en aplicaciones de múltiples usuarios.
El juez aprobó el recargo, pero dijo que la demanda de la industria de taxis amarillos contra el plan puede avanzar. Estos conductores, muchos endeudados, han alegado que el nuevo cargo destruirá aún más su industria, que ya tiene dificultades por el declive en el valor de los medallones.
“El recargo por congestión pasa directamente a los consumidores, y en la medida en que las peticiones sostienen que su negocio se verá afectado por el mismo, tal efecto no obliga a continuar con una prohibición adicional sobre la capacidad del estado para cobrar el impuesto”, argumentó la jueza.
El cobro adicional, originalmente programado para comenzar el 1 de enero, ahora puede continuar en viajes de alquiler en Manhattan debajo de la calle 96.
El dinero recaudado está programado para financiar la Autoridad Metropolitana de Transporte (MTA) y especialmente el deteriorado Metro. Los funcionarios de la agencia dicen que han perdido más de $1 millón de dólares cada día que el programa se retrasa.
La medida también aspira revertir el declive en el número de usuarios en el transporte público y descongestionar las calles.
Pero dado que ni la ciudad ni el estado han establecido ninguna tecnología relacionada con la tarifa de congestión, no está claro aún cómo los conductores recogerán el dinero de los pasajeros.
“Los conductores ni siquiera pueden cambiar el color de sus vehículos sin la aprobación de la Comisión de Taxis y Limusinas” (TLC), dijo Bhairavi Desai, directora ejecutiva de la Alianza de Trabajadores de Taxi de Nueva York (NYTWA). “No pueden simplemente comenzar a cobrar la tarifa de congestión de los clientes sin que alguien, ya sea que el estado o la TLC, encuentren la manera de hacerlo”.
“Pero un problema aún mayor, si el estado implementa la tarifa mientras continúa la demanda, es averiguar cómo se reembolsará a los pasajeros, incluso a los que pagaron en efectivo, si los conductores finalmente ganan el caso”, agregó, citada por New York Post.
El Departamento de Impuestos y Finanzas del estado brindará a los conductores “orientación” sobre el tema, dijo un portavoz de la oficina del gobernador Andrew Cuomo, pero no precisó cuándo vendrá esa guía o qué deberían hacer los conductores mientras tanto.