Conductor del Metro perdonó a hispano que lo apuñaló casi mortalmente
El agresor, un joven que padece leucemia, se enfrentaba a 25 años de cárcel
Denaul Jenkins, un conductor del Metro que casi murió en un ataque con cuchillo en una plataforma de El Bronx en abril, se compadeció de su agresor, un hispano enfermo de cáncer, evitando que fuera a la cárcel.
Walter Rivera Jr. (20), quien sufre de un caso mortal de leucemia y admitió a la policía haber atacado a Jenkins, podría haber sido sentenciado a 25 años de prisión por intento de asesinato.
“Definitivamente fue una decisión difícil por mi parte. Pero posiblemente (Rivera) podría morir en unos pocos meses”, dijo Jenkins (33) a New York Post al salir de la corte el viernes.
“Lo importante es que si va a ser liberado para recibir atención médica y psiquiátrica, espero que mejore”, agregó. “Pero al mismo tiempo, como trabajadores de tránsito, no podemos ser peras de boxeo para el público”.
Jenkins fue apuñalado en el cuello y abdomen y casi perdió su bazo cuando Rivera lo asaltó sin ninguna razón en las estaciones 149th Street y Grand Concourse, el pasado 21 de abril, Domingo de Pascua.
El conductor estaba sangrando profusamente, pero aún agarró a Rivera y evitó que huyera hasta que la policía llegó a la estación.
También era posible que a Rivera se le prohibiese el uso del Metro o buses MTA. Pero cuando Jenkins supo que necesita trasladarse para sus tratamientos continuos de médula ósea y células madre, cambió de idea.
El viernes Jenkins firmó un acuerdo por el cual Rivera accedió a tomar el Metro sólo para ir y volver de sus citas médicas. También aceptó asistir a un tratamiento de salud mental, mantener limpio su historial durante dos años y no acercarse a Jenkins.
Los fiscales también firmaron el acuerdo. Dan DeFillipi, asistente del fiscal, señaló que los tratamientos para el cáncer de Rivera pueden haber causado “un episodio psicótico que llevó a un comportamiento anormal que precipitó el evento”.
Eric Loegel, vicepresidente del Sindicato de Trabajadores del Transporte (TWU), asistió a la audiencia del acuerdo de culpabilidad, al igual que más de una docena de colegas de Jenkins.
Loegel puso su mano en el hombro de Jenkins cuando salieron juntos de la corte, comentando: “Éste es un hombre honorable. Creo que es mucho más misericordioso de lo que muchos de nosotros seríamos”.
Jenkins sigue de reposo, sin poder trabajar. “No estoy del todo bien. Sólo tengo que dejar que mis heridas sanen”.