“Lucas es un héroe”, padre de niña que murió en incendio agradece el sacrificio del joven fallecido
Lucas Silverio estaba a salvo, pero volvió al incendio al escuchar el llanto de la pequeña Yasleen McDonald
“Él estaba a salvo. Podía haber salido y sacrificó su vida”, afirma Carlos Mendoza, su tío. Desde que la semana pasada falleciera Lucas Silverio en un incendio en El Bronx, su familia, su novia y la familia de la niña a la que intentó salvar se han deshecho en elogios hacia el joven que fue a por la pequeña arriesgando su vida.
Lucas Silverio, 19 años, estudiaba en el Bronx Community College para ser terapeuta físico. Su acción para tratar de salvar a su vecina ha llamado la atención de toda la ciudad de Nueva York, pero quienes lo conocen aseguran que nada de lo que hizo les sorprende, ya que iba acorde con su personalidad.
“Tenía un corazón inmenso, lleno de amor”, dice su prima Jesse Álvarez. “Conociendo cómo era, no había manera de que dejara a la pequeña allí adentro”.
Yamilet Rosario, su novia, opinó en la misma línea: “La primera palabra que se me viene a la mente es amable. En la calle se paraba con cualquiera, fuera quien fuera, aunque no le interesara lo que le decían”. La joven aseguró que no sabía que “alguien pudiera ser tan bueno” y cree que estas cosas no les tendrían que pasar a ellos. “Debería estar prohibido”, afirma.
Ayudó a salir a su abuela y volvió a subir
Cuando comenzó el incendio, salieron todos de casa corriendo. Silverio se encontraba en la ducha. Cogió una toalla y salió. Silverio ayudó, junto a su tío, a bajar a su abuela. Cuando estaban de camino a la salida, el joven escuchó los lloros de la pequeña Yasleen McDonald que se había quedado sola en su casa al comenzar el incendio. Según relata Álvarez, el tío del joven, le dijo que bajara a la abuela, que él subiría a tratar de sacar a la niña.
Cuando encontró a la pequeña, una explosión lo tiró al suelo y lo desorientó. Cuando la madre de la pequeña entró al piso donde se encontraban, vio al joven sangrando en el suelo y cogió a su hija. Trató de convencer a Jeury Martínez, que era primo de Silverio, de que dejara a su familiar y saliera, algo que no consiguió. La relación entre ambos era muy estrecha, eran como hermanos.
“Estoy devastado, ha sido algo demasiado duro”, afirma Martínez.
Silverio tenía quemaduras de tercer grado en más del 80% de su cuerpo y nada pudieron hacer por su vida.
Las dos familias de los fallecidos han pasado el dolor juntas. El padre de la pequeña compartió su opinión sobre el acto de heroísmo de Silverio:
“Lucas, es un héroe. No hay otra forma de decirlo”, dijo enfáticamente McDonald. Luego se detuvo. “¿Qué hizo clic en su cabeza para ir a salvar a mi pequeña niña?”, se preguntó.
“No era su cabeza”, respondió el hermano menor del McDonald, Paris, que estaba parado cerca. “Era su corazón. Eso fue todo con el corazón”.