Administración Trump retoma pena de muerte tras 20 años de suspensión y pone a 5 en el paredón
Entre los que serán ejecutados hay un supremacista blanco
El Gobierno del presidente Donald Trump reanuda la pena de muerte después de casi dos décadas de interrumpir su aplicación, informó el Departamento de Justicia (DOJ).
El procurador general William Barr ordenó este jueves al Buró Oficina Federal de Prisiones (BOP, en inglés) a adoptar un Anexo al Protocolo de Ejecución Federal y programar las ejecuciones de cinco presos condenados a muerte por asesinar y torturas a niños y ancianos, además de otras personas.
“El Congreso ha autorizado expresamente la pena de muerte a través de la legislación adoptada por los representantes del pueblo en ambas cámaras del Congreso y firmada por el presidente”, expresó Barr en un comunicado. “El Departamento de Justicia ha buscado la pena de muerte contra los peores criminales, incluidos estos cinco asesinos, cada uno de los cuales fue condenado por un jurado”.
Agregó que el DOJ defiende su “imperio de la ley” y que esta medida se debía a las familias de las víctimas.
El Anexo del Protocolo de Ejecución Federal se asemeja a los protocolos utilizados por varios estados, incluyendo actualmente Georgia, Missouri y Texas, reemplaza el procedimiento de tres drogas previamente utilizado en ejecuciones federales con un solo fármaco: pentobarbital, apunta el Gobierno.
Agregó que desde 2010, 14 estados han usado pentobarbital en más de 200 ejecuciones, y los tribunales federales, incluido el Tribunal Supremo, han confirmado repetidamente el uso de esa droga en ejecuciones, de conformidad con la Octava Enmienda.
Tres de los primeros cinco reclusos federales en “el corredor de la muerte” enfrentarán su ejecución en diciembre de este año y dos más en enero de 2020.
Daniel Lewis Lee será ejecutado el 9 de diciembre de 2019. Era miembro de un grupo de supremacistas blancos, asesinó a una familia de tres, incluida una niña de ocho años. El sujeto disparó a las víctimas con una pistola paralizante y les cubrió la cabeza con bolsas de plástico, selló las bolsas con cinta adhesiva, les amarró piedras a cada uno y los arrojó al pantano de Illinois. El 4 de mayo de 1999, un jurado del Distrito Este de Arkansas encontró a Lee culpable de numerosos delitos, entre ellos tres cargos de asesinato y fue condenado a muerte.
Lezmond Mitchell será ejecutado el 11 de diciembre de 2019. El sujeto mató a puñaladas a una abuela de 63 años y obligó a la nieta de nueve años a sentarse junto a su cuerpo sin vida durante un viaje de 30 a 40 millas. Luego cortó el cuello de la niña dos veces, le aplastó la cabeza con piedras de 20 libras y cortó y enterró las cabezas y manos de ambas víctimas. El 8 de mayo de 2003, un jurado en Distrito de Arizona encontró a Mitchell culpable de asesinato en primer grado, homicidio con agravantes y robo de automóviles que resultaron en asesinato.
Wesley Ira Purkey será ejecutado el 13 de diciembre de 2019. El hombre violó y asesinó a una adolescente de 16 años, y luego desmembró, quemó y arrojó el cuerpo a un estanque séptico. Además de su sentencia federal fue condenado en un tribunal estatal por usar un martillo para golpear a una mujer de 80 años que sufría de poliomielitis y caminaba con un bastón.
Alfred Bourgeois será ejecutado el 13 de enero de 2020. Fue sentenciado por un jurado del Distrito Sur de Texas por torturar física y emocionalmente y abusar sexualmente a su hija de dos años y medio, a quien luego mató. Recibió sentencia el 16 de marzo de 2004.
Dustin Lee Honken será ejecutado el 15 de enero de 2020. El sujeto recibió sentencia de muerte por asesinar a cinco personas, inclidos dos hombres que planeaban declarar en su contra y una madre soltera y sus hijas de seis y diez años. El 14 de octubre de 2004, un jurado en el Distrito Norte de Iowa encontró a Honken culpable de numerosos delitos, entre ellos cinco cargos de asesinato durante el curso de una empresa criminal continua.
El presidente Trump es partidario de la pena capital, como lo ha expresado en varias ocasiones, por ejemplo el 2 de noviembre de 2017 pidió que se aplicara contra Sayfullo Saipov, el terrorista simpatizante del Estado Islámico (ISIS, en inglés) que mató a ocho personas en un atropello múltiple en Nueva York.
“El terrorista de Nueva York estaba contento cuando pidió colgar la bandera del ISIS en su habitación del hospital. Mató a 8 personas, dejó gravemente heridas a 12. ¡Debería recibir la pena de muerte!”, dijo.