Mejora tu salud en 7 días con las maravillas de la dieta antiinflamatoria
Padecer de algún proceso de inflamación crónica se relaciona con efectos negativos en la salud, es causa de enfermedades degenerativas y disminuye la esperanza de vida
Padecer de inflamación crónica es una de las condiciones más delicadas de salud y que se deriva en numerosas enfermedades crónicas. La inflamación se refiere a una respuesta fisiológica normal que es causada cuando los tejidos dañados liberan compuestos químicos, en respuesta el organismo libera glóbulos blancos que ayudan a reparar la lesión.
Sin embargo cuando hablamos de inflamación crónica el proceso puede iniciar aún cuando no haya lesión y se destaca por alargarse, no siempre se sabe la causa por la que continúan en muchas ocasiones se debe a infecciones que no desaparecen o algunas condiciones que lo causan, como es el caso de la obesidad, la hipertensión y fallos en el sistema hepático o renal. La inflamación crónica es conocida como la madre de todas las enfermedades y cuando este proceso persiste es normal que se vuelva destructiva.
Teniendo en cuenta que la inflamación es una respuesta autoinmune natural, es importante entender que siempre será señal de anomalías en el funcionamiento del organismo. En algunas ocasiones la inflamación crónica se puede derivar de algún elemento externo como puede ser el caso de virus y bacterias o bien a través de la presencia de elementos tóxicos dentro de la sangre que causan una inflamación sistémica, y se derivan en la inflamación de diversos órganos.
Las bases de la dieta antiinflamatoria:
Existen recomendaciones infalibles para combatir los procesos inflamatorios entre las principales se encuentran seguir una dieta basada en alimentos terapéuticos y antiinflamatorios, dormir 8 horas al día, evitar en tabaquismo y realizar actividad física diaria.
1. Consumo diario de alimentos antiinflamatorios
Es importante integrar el consumo de ingredientes naturales con propiedades terapéuticas, las mejores recomendaciones son infusiones elaboradas con cúrcuma, jengibre y té verde. Tienen un gran contenido en antioxidantes, beneficios antiinflamatorios y son considerados un “ibuprofeno natural”.
2. Aumenta el consumo de vegetales
Una de las bases principales de seguir una dieta antiinflamatoria es aumentar el consumo de vegetales, sin embargo existen unos más efectivos que otros y que se destacan por sus beneficios medicinales. Optimiza la ingesta de vegetales de hoja verde y crucíferos los cuales se destacan por su contenido en clorofila y antioxidantes. Algunos buenos ejemplos son el brócoli, col, coliflor, kale, espinacas, lechuga, berros, aguacate y la remolacha.
3. Consume alimentos con propiedades probióticas
Los alimentos probióticos son considerados la llave de la salud, en los últimos años se han comprobado sus inmensos beneficios. En gran parte sus cualidades se encuentran en su capacidad de mejorar el funcionamiento digestivo, la flora intestinal y tienen un buen efecto desinflamando y depurando el organismo. Integra el consumo de productos como el kéfir, chucrut, kimchi y té kombucha.
4. Súbele a las frutas
Optimiza el consumo de frutas, sobretodo aquellas que se destaquen por su alto contenido en antioxidantes, vitaminas y minerales. Las mejores variantes son la familia de los cítricos dentro de la que se encuentra el consumo de naranja, toronja, limones y limas, los frutos rojos como es el caso de las frambuesas, fresas, zarzamoras, cerezas y arándanos.
5. Omite el consumo de alimentos que inflaman
Existen muchos alimentos que potencian la inflamación en el organismo, para obtener los mejores resultados evita el consumo de comidas rápidas, alimentos procesados, harinas, azúcares, leches y derivados, carnes rojas, cereales con gluten y aceites vegetales. En su mayoría se destacan por causar reacciones inflamatorias y algunas intolerancias alimentarias.