Dacamentados de NY molestos y frustrados ante nuevo ataque de Administración Trump hacia DACA
El memorando del gobierno federal que evita que nuevos jóvenes apliquen por el beneficio y que cambia de dos a 1 año el período para renovar la extensión del alivio, ha generado rechazo en la Gran Manzana
Esta semana la Administración Trump le echó un balde de agua fría a miles de indocumentados que llegaron al país siendo menores de edad y que se encuentran amparados desde el 2012 por el llamado programa DACA, otorgado por el presidente Obama, que evita su deportación. Justo un mes después de que la Corte Suprema negara al Gobierno federal su plan de desmantelar el programa de alivio, y luego de que el propio presidente Trump asegurara que pronto presentará un plan para “legalizar” a los llamados “dacamentados”, Washington emitió un memorando para rechazar nuevas solicitudes y reducir de 2 años a 1, el tiempo de renovación de los beneficios.
El anuncio no solamente generó preocupación sino molestia e incluso sentimientos de indignación entre los dacamentados que viven en la Gran Manzan, quienes califican la nueva salida de la Administración Trump como un ataque a los inmigrantes.
“Cuando escuché la noticia del memorando nuevo de Trump, me dio mucha rabia y frustración, porque veníamos de estar celebrando la victoria que nos concedió la Corte Suprema y me duele sentir que esa alegría fue muy corta”, comentó la costarricense Carolina Fung Feng, de 31 años, quien llegó a Estados Unidos cuando tenía 12 años.
La joven agregó que lo que más tristeza le produce es saber que los cambios están siendo promulgados en plena pandemia del COVID-19, cuando hay angustia y muchas mayores necesidades entre los inmigrantes.
“Me siento ya muy cansada de tantos abusos y me preocupa saber que ahora necesitaré $495 no cada dos años, sino cada año, en realidad menos de un año, porque uno debe aplicar unos tres meses antes de que se venza. Vamos a estar pagando el doble”, agregó la joven, al tiempo que anunció que está en contacto con abogados de inmigración para presentar una eventual demanda en las cortes.
El colombiano Juan Rodríguez, de 29 años, quien llegó a Nueva York sin papeles cuando tenía 8 años, también compartió los sentimientos de molestia, pero dijo no sentirse sorprendido.
“Viniendo de Trump podemos esperar de todo. Es obvio que está atacándonos más porque lo único que le queda es apelar a esas cosas para mantener su base de votantes para ver si tiene algún chance de ser reelegido, porque ya sabe que está perdiendo terreno”, dijo el dacamentado.
El inmigrante agregó que con el nuevo memorando, el gobierno federal también confirmó su sello “inhumano” y lamentó que deje por ahora sin opciones de aplicar a unas 500,000 personas más que ya estaban intentando solicitar los beneficios de DACA a los que tienen derecho.
“Desde que recibí DACA tengo claro que solo hasta que recibamos papeles de legalización vamos a poder estar tranquilos. Por eso tenemos que seguir en la lucha t le pido a los que pueden votar, que nos ayuden para que salga ese hombre malo del poder y para que si ganan los demócratas, nos cumplan con soluciones no solo para legalizarnos a nosotros sino a todos los indocumentados”, comentó el colombiano.
Y sobre el memorando del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), Antonio Alarcón, beneficiario del alivio y coordinador de Participación Cívica de la organización Make the Road New York, destacó que este “ataque de Trump” pone en peligro “imprudentemente” a cientos de miles de vidas y millones de familias.
“El memorando de DACA es un ataque contra mí y mi familia. Al rechazar las solicitudes presentadas por los solicitantes por primera vez, acortando DACA a un año para los solicitantes de renovación, esta administración está disparando nuestro miedo a ser separados de nuestros seres queridos, nuestros hogares y el país donde crecimos”, dijo Alarcón. “La administración está una vez más tratando de lanzar nuestras vidas al caos, manteniéndonos como rehenes en su juego político. Con su ataque sin fin contra los inmigrantes, la administración no reconoce ciegamente las consecuencias catastróficas de sus acciones, especialmente en medio de la crisis de COVID-19“.