Retórica antisocialismo de Trump regresa a Estados Unidos a los años 50
En las elecciones de noviembre está en juego la pluralidad política de la democracia estadounidense
El presidente Donald Trump y otros miembros del partido republicano dejaron claro que se caballo de batalla en las elecciones de 2020 será promover la idea de que un gobierno demócrata sería dejar al país en manos del socialismo.
El magnate y sus aliados vinculan a Biden con los movimientos de izquierda que protestan contra la brutalidad policial desde el asesinato de George Floyd a manos de un policía de Minneapolis. La acusación carece de fundamentos ya que el exvicepresidente es un representante del establecimiento demócrata, que nunca en la historia ha puesto en entredicho el modelo económico del país.
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En sus ataques Trump cita a Cuba y Venezuela como ejemplos de lo que puede ocurrir en Estados Unidos si los supuestos socialistas llegan al poder. En pocas ocasiones menciona a China, una potencia económica que es gobernada por el Partido Comunista, el único del país. Tampoco menciona a países como Noruega, de larga tradición socialista y con una economía próspera.
Por supuesto olvida que países como Francia, Alemania y España han estado en manos socialistas en varias ocasiones sin que hubieran colapsado como naciones.
El socialismo ha sido el antagonista de Estados Unidos en los últimos 100 años. El país tuvo una Guerra Fría con la Unión Soviética desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, y participó en conflictos bélicos en América Latina, Vietnam y la península de Corea con el fin de detener la amenaza de los movimientos de izquierda, especialmente los comunistas.
Pese a esa historia, el avance de políticos con ideas socialistas como Bernie Sanders ha representado una era de pluralidad en la política estadounidense en los últimos años, al menos en el Partido Demócrata. La agenda de los nuevos socialistas es la que cuenta con más propuestas para enfrentar el desafío del cambio climático y la lucha por la justicia social.
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La retórica de Trump preocupa porque recuerda a las décadas de los cuarenta (1940) y cincuenta (1950) cuando en el país se emprendió una cacería de brujas contra todo lo que fuera de izquierda. Entre el senador Joseph McCarthy y el director del FBI J. Edgar Hoover se diseñó un sistema de persecución que llevó a cientos de estadounidenses a prisión o al exilio.
Esa era fue un periodo de represión que puede compararse con los estados totalitarios que han sido enemigos de Estados Unidos. ¿Es el regreso al McCarthismo el siguiente tramo del mandato Make America Great Again de Trump? La pluralidad en la política estadounidense vuelve a estar amenazada.