Descubre todo lo que puede hacer por tu salud cambiar el pan blanco por integral

Cuidar nuestra salud y peso corporal se relaciona directamente con el estilo de vida que seguimos lo cierto es que influyen muchos factores, sin embargo la alimentación es uno de los más importantes. Hoy en día la más recurrente y fiel recomendación para vivir por más años y prevenir la aparición de enfermedades crónicas radica en seguir una dieta equilibrada. Es por ello que cuando se trata de cambiar a un estilo de vida más saludable, para muchas personas resulta muy efectivo empezar realizando ajustes sencillos y viables en la alimentación. Uno de los ejemplos más recurrentes es hacer cambios en el tipo de pan que acostumbramos consumir, es decir elegir un pan integral en lugar del blanco. 

La buena noticia es que estos cambios en productos tan cotidianos como el pan, son una maravillosa medida para potenciar la salud. Se cuenta con diversas investigaciones que demuestran que el simple cambio de carbohidratos blancos (como es el caso de las diferentes variedades de pan blanco y el arroz), por granos enteros se asocia con grandes beneficios de salud y con una maravilloso ahorro de 700 calorías semanales.  

Adicionalmente hoy en día más que nunca se ha comprobado que la harina blanca, el arroz blanco y toda la gama de productos procesados de este tipo, son alimentos que han perdido todo su valor nutricional y son considerados calorías vacías. A la vez normalmente son mucho más altos en calorías y tienden a elevar los niveles de azúcar en la sangre.

Por lo contrario se cuenta con información revelada por investigadores de la Universidad de Tufts en Estados Unidos, en el que se comprobó que comer alimentos ricos en fibra como es el caso del pan, arroz integral y la avena, ayuda a estimular el metabolismo y al mismo tiempo reduce las calorías que consume nuestro cuerpo.

¿Por qué cambiar de carbohidratos blancos a integrales?

Lo primero que debes saber es que existen dos grandes diferencias entre un pan blanco y uno integral: cómo se procesan y derivado de los ingredientes que se utilizan, qué tan saludables son. Se cuenta con un estudio liberado por la Universidad de Harvard, que tuvo una duración de 10 años y en el cual se comprobó que los hombres y mujeres que consumían panes con un alto contenido en fibra, padecen menos ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, sobre todo en comparación con quienes suelen consumir bagels y baguettes. 

Simplemente el hecho de cambiar de pan blanco a pan integral, reduce el riesgo de padecer enfermedades cardíacas; según una investigación encabezada por la Universidad de Washington en 2003 y publicada por The Journal of the American Medical Association. Complementario a esto se sabe que un adecuado consumo de fibra se relaciona con grandes beneficios para la salud digestiva e intestinal, a la vez es clave en la pérdida de peso ya que son alimentos que aportan un grandioso poder saciante. 

También los cereales integrales son una gran fuente de magnesio, un mineral importante que actúa como cofactor de más de 300 enzimas, incluidas las enzimas implicadas en la secreción de glucosa e insulina, por lo que reducen el riesgo de diabetes tipo II.

La realidad es que la mayoría de las personas no cumplimos ni con la mitad de los requerimientos de fibra diarios, los especialistas recomiendan un consumo promedio de 30 gramos y aseguran que integrar en la dieta diaria el consumo de pan integral es de gran ayuda para aumentar la ingesta de fibra. 

Ya que decidas hacer el cambio a pan integral, es importante que no sólo te dejes llevar por el color y siempre te des a la tarea de leer las etiquetas. Lo más importante es seleccionar las variantes de pan que cuenten con la leyenda que los avale como un producto 100% integral. Lo mejor todo es que es un hábito mucho más saludable que se relaciona directamente con un peso corporal saludable.